Habla para que yo te conozca.
Sócrates
Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo solo tendrá una generación de idiotas.
Albert Einstein
¿Eres Tú? Lo que siento dentro de mis entrañas. ¿No es el pulso amoroso de tu toque divino?
Aurelio Espinosa Pólit
Cuando tenía quince años, estaba empeñado en aprender; a los treinta, contaba con una base firme; a los cuarenta, ya no tenía dudas de nada; a los cincuenta, conocía la ley del cielo; a los sesenta, tenía los oídos bien abiertos; a los setenta, era capaz de satisfacer los deseos de mi corazón sin excederme.
Confucio
La verdad es como una manta que siempre te deja los pies fríos, la estiras, la extiendes pero nunca es suficiente. La sacudes, le das patadas pero desde que llegamos llorando a que nos vamos muriendo, solo nos cubre la cara mientras gemimos, lloramos y gritamos.
Ethan Hawke
Cuanto más planifique el hombre su proceder, más fácil le será a la casualidad encontrarle.
Friedrich Dürrenmatt
Tal vez suceda que una vez cada siglo la alabanza eche a perder a un hombre o lo haga insufrible. Pero es seguro que una vez cada minuto algo digno y generoso muere por falta de elogio.
John Masefield
Se podrá hacer economía en cualquier circunstancia, pero a los enfermos provéaseles de cuanto les sea necesario.
Juan Bosco
Con la audacia se encubren grandes miedos.
Lucano
Hoy el País Vasco es un cuerpo social infectado por una septicemia.
Manuel Vicent
El saber es el único espacio de libertad del ser.
Michel Foucault
Los muertos eran tierra y volvían a la tierra, se confundían con ella en un impulso directo, casi vicioso, de ayuntamiento.
Miguel Delibes
Cualquier palabra que pronuncies, das las gracias a la corrupción.
Paul Celan
Les pido que me esperen acá, dentro de un rato vendré con la noticia de que cada uno de nosotros, podremos volver a nuestro hogares, para darle un beso a nuestro hijos, y en ese beso decirles, que le estamos asegurando la libertad para los tiempos.
Raúl Alfonsín
El que necesita dinero lo necesita todo.
Richard Cumberland
Creo en los silencios cuando la palabra aturde. Las lágrimas aprenden a reír.
Roque Valero