Fui al médico y adivina qué me dijo, adivina qué me dijo, me dijo: Chica, es mejor que intentes pasarlo bien, no importa lo que hagas pero él es un idiota, porque nada se compara a ti.
Sinéad O'Connor
No puede esperarse ventaja alguna duradera de la política moral, si ésta no se funda en los sentimientos indelebles en el hombre. Toda ley que se desvíe de éstos, encontrará siempre una resistencia contraria que al cabo vencerá, del mismo modo que una fuerza, aunque sea muy pequeña, si se aplica muy continuadamente, vence cualquier movimiento violento comunicado a un cuerpo.
Cesare Beccaria
Digo pienso, pero ¿pensábamos entonces?
Doris Lessing
El ángel de la piedad evita los caminos de la guerra.
Erasmus Darwin
Llamo yo al matrimonio la voluntad de dos de crear el uno que sea superior a los que lo crearon.
Friedrich Nietzsche
Como la locura es innata en el hombre, es posible tener algún brote en cualquier momento.
Gao Xingjian
El hombre tiene necesidad de engañarse a sí mismo.
El asesinato en el cadalso es la forma más execrable de asesinato, por estar sancionado por la aprobación de la sociedad.
George Bernard Shaw
La carne es extremadamente débil, y no tanto por su culpa, pues el espíritu, cuyo deber, en un principio, sería levantar una barrera contra todas las tentaciones, es siempre el primero en ceder, en izar la bandera blanca de la rendición.
José Saramago
Al compás mismo con que se disminuye la fe, se disminuyen las verdades en el mundo; y la sociedad que vuelve la espalda a Dios, ve ennegrecerse de súbito con aterradora oscuridad todos sus horizontes.
Juan Donoso Cortés
Siempre habrá nieve altanera que vista el monte de armiño y agua humilde que trabaje en la presa del molino.
León Felipe
O la mujer es fría o muerde. Sin dentada no hay amor posible.
Nelson Rodrigues
Dondequiera que se ama el arte de la medicina se ama también a la humanidad.
Platón
Una buena conciencia es una fiesta permanente.
Robert Burton
Qué delicia oler napalm por la mañana.
Robert Duvall
¡Dios mío, líbrame de mis amigos! De los enemigos ya me encargo yo.
Voltaire