Si un hombre fuese necesario para sostener el Estado, ese Estado no debería existir; y al fin no existiría.
Simón Bolívar
Juzgarnos o corregirnos supone aplicar la medida ajena al paño propio.
Antonio Machado
Los intelectuales argentinos suben al caballo por la izquierda y bajan por la derecha.
Arturo Jauretche
EspírituSanto; y, en realidad, éste no es otra cosa que la tranquilidad de ánimo que surge en la mente por las buenas acciones.
Baruch Spinoza
La magia es tan sólo una extensión de la física. La fantasía son números. Ése es el truco.
Carlos Ruiz Zafón
No es justo que te haya elegido a ti como nuestra guía.
Chiwetel Ejiofor
Bajo mi punto de vista, él es el mejor piloto de Fórmula 1 del momento, y estamos felices de esperar y desear que él tome una decisión positiva para nosotros.
Fernando Alonso
Se podría definir el cielo como el lugar que los hombres evitan.
Henry David Thoreau
La alegría es el cielo, bajo el cual todo prospera.
Jean Paul
La honestidad es incompatible con amasar una fortuna.
Mahatma Gandhi
Si no se puede hacer trampas con los amigos, no vale la pena jugar a las cartas.
Marcel Pagnol
Ser historiador es mi trabajo. Estudiar la historia en el momento mismo de su desarrollo, lo que es el periodismo. Todo periodista es un historiador.
Ryszard Kapuściński
Hay ciertos asuntos donde la clemencia es debilidad y la debilidad, estupidez.
Santiago Posteguillo
Sirven de impedimento para la felicidad las muchas ocupaciones.
Séneca
Cuando un niño aprende a programar, el proceso de aprendizaje es transformado. Se vuelve más activo y auto-dirigido. En particular, el conocimiento se adquiere para un propósito personal reconocible. El niño hace algo con él. El nuevo conocimiento es una fuente de poder y se experimenta como tal desde el momento en que empieza a formarse en la mente del niño.
Seymour Papert
En la cultura, lo humano, lo más inmediato, lo que representa su ser propio respecto al mundo, se ha vuelto extraño para los hombres. Estos hacen con el mundo causa común contra sí mismos, y lo más enajenado, la omnipresencia de la mercancía, su propia disposición como apéndices de la maquinaria, se les convierte en imagen engañosa de la inmediatez.
Theodor Adorno