He arado en el mar y he sembrado en el viento.
Simón Bolívar
Repaso mis lecciones delante del espejo y me digo que a la larga lo bueno es lo correcto.
Amaia Montero
Dichoso el que gusta las dulzuras del trabajo sin ser su esclavo.
Benito Pérez Galdós
Luego de tomada una resolución, voy derechamente a mi objetivo, derribando cuanto me cierra el paso.
Cardenal Richelieu
Los sueños sólo se pueden cultivar a oscuras y en secreto.
Carmen Martín Gaite
Es pecado lo que inflige remordimiento.
Cesare Pavese
Soy mucho más peligrosoahora que soy cristiano, porque estoy armado con la verdad.
Dave Mustaine
El arte, aunque sea descabellado, y lo bello, aunque sea desproporcionado, tienen siempre algún buen fin, o cuando menos, alguna buena intención, y en ese sentido algo tienen de intrínsecamente moral.
Eugenio María de Hostos
El discurso del candidato dirigido al bicarbonato sería más eficaz con cepillo de dientes.
Fernando Arrabal
Afuera los pibes en la ciudad, creo que no sueñan, no sueñan más. No quiero dólares nena, vuelvo a casa a soñar con vos. Y en casa grito: me hundo, me hundo, me hundo.
Fito Páez
La mayoría de las mujeres no lloran tanto la muerte de sus amantes por haberlos querido como por parecer más dignas de ser amadas.
François de La Rochefoucauld
La hipocresía hace llevar siempre, a los que la cultivan, una vida de mortificación amarga y rencorosa.
Josemaría Escrivá de Balaguer
Los intelectuales pueden contarse cualquier cosa, venderse cualquier mercancía, que es por lo cual fueron engrupidos tan a menudo por las clases dirigentes de Francia e Inglaterra en el siglo XIX y Rusia y Estados Unidos en el siglo XX.
Lillian Hellman
Debería haber un gran almacén de arte en el mundo al que el artista pudiera llevar sus obras y desde el cual el mundo pudiera tomar lo que necesitara.
Ludwig van Beethoven
Para mí es muy triste aceptar que tengo que dejar el tenis, que ha sido la gran pasión de mi vida. Tengo 28 años y le he dedicado 20 al tenis. Para mí ha sido una forma de vida.
Marcelo Ríos
Somos libres y tolerantes en nuestras vidas pero en los asuntos públicos nos ceñimos a la Ley.
Pericles