Andará Nicaragua su camino en la gloria, porque fue sangre sabia la que hizo su historia.
Silvio Rodríguez
El amor tiene dos leyes: la primera, amar a los otros; la segunda, eliminar de nosotros aquello que impide a los otros amarnos.
Alexis Carrel
Los menores suscitan revoluciones para conquistar igualdad y los iguales para superar a los demás.
Aristóteles
Somos más sensibles a los males que aquejan este mundo que a los bienes que lo adornan.
Cristina De Suecia
¿Hay algún ser racional que pueda vivir sin fe en el destino de sus propias facultades, sin esperanza en el éxito o resultado de sus esfuerzos, sin caridad para los suyos, sin amor a la justicia y a la verdad, sin entusiasmo por el derecho y la libertad, sin disposición a sacrificar algún bien particular por el triunfo de esos bienes generales?
Eugenio María de Hostos
Conversación entre Antonio Maura y Gaziel:
Gaziel
El último de tus besos siempre fue el más dulce, la última sonrisa, la más brillante, el último gesto, el más grácil.
John Keats
Sólo aspiro al bien de mi Patria en la justa causa que sigo.
José Gervasio Artigas
La belleza de la naturaleza y la belleza del entorno cultural creado por el ser humano son, evidentemente, ambos necesarios para mantener la salud del alma y del espíritu del ser humano.
Konrad Lorenz
Para Marx no ofrece dudas la subordinación de la cuestión nacional a la cuestión obrera.
Lenin
Comer con desgana convierte el alimento en repulsivo manjar.
Leonardo da Vinci
Los flamencos y la mostaza pican. Y la moraleja de esto es: Pájaros de igual plumaje, hacen buen matrimonio.
Lewis Carroll
Los niños comienzan por amar a los padres. Cuando ya han crecido, los juzgan, y, algunas veces, hasta los perdonan.
Oscar Wilde
Donde haya vida la locura reinará.
Richard Ashcroft
No sólo a los hombres, sino también a las cosas, hay que quitarles su máscara y devolverles su aspecto real.
Séneca
De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja Católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús.
Teresa de Calcuta