Frase de Silvina Ocampo

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¡Oh tú, que me entregaste la armonía! Desesperando creo en tu promesa. Amor, contémplame, en tus brazos, presa.... - Silvina Ocampo

¡Oh tú, que me entregaste la armonía! Desesperando creo en tu promesa. Amor, contémplame, en tus brazos, presa.

Silvina Ocampo

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Estudio ajedrez ocho horas al día, por principio.

Alexander Alekhine

Decir que la vanguardia ha muerto es una traición a la lucha para cambiar el mundo.

Antoni Tapies

Europa no es un lugar, sino una idea.

Bernard-Henri Lévy

Si el conductor no es honesto y no cree en lo que dice, el público no creerá nada.

Chabelo

La primera vez que subí a un escenario estaba asustadísimo. No sabía a qué se debía el griterío, no me daba cuenta de que era por mis movimientos.

Elvis Presley

Para tu padre había dos mujeres en el mundo. Una de ellas era tu madre. La otra eran el resto.

Helena Bonham Carter

Malena canta el tango como ninguna y en cada verso pone su corazón.

Homero Manzi

Sin el apoyo de las bayonetas, ningún gobierno duraría 24 horas en el poder.

Librado Rivera

Nuestra civilización se caracteriza por la palabra progreso. El progreso es su forma, no una de sus cualidades, el progresar. Es típicamente constructiva. Su actividad estriba en construir un producto cada vez más complicado. Y aun la claridad está al servicio de este fin; no es un fin en sí. Para mí, por el contrario, la claridad, la transparencia, es un fin en sí.

Ludwig Wittgenstein

La razón como esperanza. Pero a costa de cuánta renuncia. Y quién le consolará al poeta del minuto que pasa, quién le persuadirá para que acepte la muerte de la rosa, de la frágil belleza de la tarde, del olor de los cabellos amados...

María Zambrano

El valor, lo mismo que las demás virtudes, tiene sus limites.

Michel de Montaigne

No te fíes de un animal herido, Me he perdido.

Nacho Vegas

Sé para ti mismo un crítico severo.

Nicolás Boileau

Lo más necesario, difícil y principal en la música, es el tiempo.

Wolfgang Amadeus Mozart

Inteligencia apropiada para desempeñar un oficio, conducta ejemplar en la sociedad, virtud pareja a la del príncipe, talento suficiente para servir al estado, todos ellos atributos que hacen a un hombre tan orgulloso como esas pequeñas criaturas.

Zhuangzi