Representación de una organización coherente de los procesos anímicos en una persona, y la llamamos su yo.
Sigmund Freud
No hay peor dolor que el que no se puede compartir.
Blanca Miosi
Consentir que nos condecoren es reconocer al Estado o al príncipe el derecho de juzgarnos, ilustrarnos, etc.
Charles Baudelaire
Pero ya sea de azar o de excelencia, todo juego aspira a la categoría de guerra, pues en esta el envite lo devora todo, juego y jugadores.
Cormac McCarthy
El código penal es lo que impide que los pobres roben a los ricos y el código civil lo que permite a los ricosrobar a los pobres.
Emmanuel Carrère
La filosofía de la historia no es otra cosa que la consideración pensante de la historia; y nosotros no podemos dejar de pensar, en ningún momento. El hombre es un ser pensante; en esto se distingue del animal.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
El cuerpo es carta astral en lenguaje cifrado. Encuentras un astro y quizá deberás empezar a corregir el rumbo cuando nube huracán o aullido profundo te pongan estremecimientos.
Gioconda Belli
Los ángeles lo llaman placer divino; los demonios, sufrimiento infernal; los hombres, amor.
Heinrich Heine
¿Aquí en la universidad jugáis al tenis? - Tenemos canchas, pero yo no juego. - Bien. Te enseñaré y cuando lo haga, te llamaré profesora Venabili. - Eso es lo que me llamas en clase, de todos modos. - Te sorprenderá lo ridículo que suena en la cancha de tenis.
Isaac Asimov
Jamás se descubre mejor a un hombre que sabe poco que cuando habla mucho.
Jean Marie Odin
Si la gente quiere una modelo, pueden tener a Miley Cyrus.
Katy Perry
A veces, la vida tiene un cruel sentido del humor y nos da lo que siempre hemos querido en el peor momento posible.
Lisa Kleypas
Hay muchas formas de conocer a una persona. Comerte el cerebro de su noviomuerto es uno de los métodos menos ortodoxos, pero...
Nicholas Hoult
Todos matan lo que aman: el cobarde, con un beso; el valiente, con una espada.
Oscar Wilde
Ningún timorato llegó a las altas cumbres.
Publilio Siro
Mala victoria la del que de ella se arrepiente. Mejor es perdonar que, después de vencer, arrepentirse de haber vencido.
Séneca