Por primera vez el niño debe intercambiar placer por dignidad social.
Sigmund Freud
Los derechos humanos son un repertorio de elementos normativos que se han sustraído al juego de las mayorías.
Benedicto XVI
El conocimiento de hechos curiosos no sólo hace menos desagradables las cosas desagradables, sino que hace más agradables las cosas agradables.
Bertrand Russell
Amor mío, ¿quién osaría decir: Creo en Dios? Puedes preguntar a sacerdotes y sabios, y su respuesta no parecerá sino una burla dirigida al preguntador.
Goethe
¿Quién es el hombre más feliz, el que ha enfrentado la tormenta de la vida y la vivió, o el que se ha mantenido firmemente en tierra y sólo existió?
Hunter S. Thompson
En estos dos aspectos, principalmente, se asemejan los hombres a Dios: Decir la verdad, hacer el bien.
Jerónimo Usera
El psicoanálisis es aquella enfermedad mental consistente en creer que ella es su terapéutica.
Karl Kraus
Nadie fue ayer ni va hoy, ni irá mañana hacia Dios por este mismo camino que yo voy.
León Felipe
Voy a seguir escribiendo la música que me apetezca escribir. No puedo pretender que tengo 18 años.
Madonna
La ciencia es incapaz de resolver los últimos misterios de la naturaleza, porque en el último análisis nosotros mismos somos parte de la naturaleza, es decir, del misterio que tratamos de resolver.
Max Planck
Ama al hombre, pues él eres tú.
Nikos Kazantzakis
No conozco un valor mayor que el necesario para mirar dentro de uno mismo.
Osho
Rosa Diez hablando del presidente del gobierno José Luís Rodríguez Zapatero: sería gallego en el sentido más peyorativo de la palabra; y del presidente de la oposición, Mariano Rajoy: es gallego.
Rosa Díez
Yo creo que llegará un tiempo en que sobre las ruinas de la corrupción se levantará la esplendorosa mañana del mundo emancipado, libre de todas las maldades, de todos los monstruosos anacronismos de nuestra época y de nuestras caducas instituciones.
Samuel Fielden
Ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición.
Steve Jobs
Un apodo es la más dura piedra que el diablo puede arrojar contra un hombre.
William Hazlitt