Mi verdad básica es que todo tiempo es un ahora en expansión.
Shirley MacLaine
La única manera de ser nacional consiste en ser generosamente universal, pues nunca la parte se entendió sin el todo.
Carlos Fuentes
Google cumple con las normas europeas de privacidad.
Eric Schmidt
Los hijos endulzan las penas, pero hacen más amargas las desgracias; aumentan los cuidados de la vida, pero atenúan el recuerdo de la muerte.
Francis Bacon
Tal vez mis hijos vivirán en casas de piedra y ciudades amuralladas - Yo no.
Gengis Kan
Un efecto esencial de la elegancia es ocultar sus medios.
Honoré de Balzac
Los edificios monumentales no tienen otra sujeción que el sentimiento que los inspira y la simpatía que procuran despertar.
Horatio Greenough
Juro por Dios y sobre los Santos Evangelios, cumplir y hacer cumplir las Leyes Fundamentales del Reino y guardar lealtad a los principios que informan el Movimiento Nacional.
Juan Carlos de Borbón
Hemos sido condicionados culturalmente para sentir vergüenza si pedimos ayuda, lo cual es incluso más acusado en los hombres que en las mujeres. De alguna manera confundimos las cosas y creemos que pedir ayuda es un signo de debilidad, en lugar de una muestra clara de humildad, claridad, compromiso y fortaleza.
Mario Alonso Puig
La promesa de cualquier nuevo negocio o cualquier nueva industria es la de volver a comprar todo penique gastado.
Peter F. Drucker
No te cortes las uñas durante un sacrificio.
Pitágoras
La forma y el material están tan íntimamente ligados, que la forma se debe modificar si se modifica el material.
Rogelio Salmona
A las personas más habitualmente hay que recordarles que informarles.
Samuel Johnson
Lo más prudente que acaso hay es hacerse a sí mismo su propio confidente.
Stendhal
Padre, Hijo y Espíritu Santo, referidos a la Divinidad, nunca se usen en el Antiguo Testamento,...
Thomas Hobbes
Casadas contra su voluntad, encerradas en un cuarto, y con una sola tarea, ¿cómo podría el dramaturgo hacer de ellas una semblanza completa o interesante verídica? No quedaba otro intérprete que el amor.
Virginia Woolf