Me he dedicado a investigar la vida y no sé por qué ni para qué existe.
Severo Ochoa
Bach componía para Dios, yo pinto para ARCO.
Antonio López García
La inteligencia académica no ofrece la menor preparación para la multitud de dificultades -o de oportunidades- a la que deberemos enfrentarnos a lo largo de nuestra vida.
Daniel Goleman
Si lo dice de corazón, ¿por qué no abandona la vida? Está en su derecho, si lo ha meditado bien. Por el contrario, si se trata de una broma, se muestra frívolo en asuntos que no lo requieren.
Epicuro
Dichoso el humilde estado del sabio que se retira de este mundo malvado.
Fray Luis de León
Se cambia mas fácilmente de religión que de café.
Georges Courteline
Algún día aprenderás de memoria cada lugar famoso y verás cómo la cortina se levanta en el despacho del infierno.
Hart Crane
El peligro que bordea más de cerca este carácter nacional es lo frívolo o, con expresión cortés, lo ligero. Cosas importantes son tratadas como bromas, y pequeñeces sirven para una ocupación seria.
Immanuel Kant
Romario es un jugador de dibujos animados.
Jorge Valdano
El Maestro mantiene su mente siempre en unidad con el Tao; esto es lo que le hace resplandecer. El Tao es inasible. ¿Cómo puede su mente ser una con él? Porque no se aferra a idea alguna. El Tao es oscuro e insondable. ¿Cómo puede hacerle resplandecer? Porque él se lo permite. Desde antes de que fueran el tiempo y el espacio, el Tao es. Está más allá del Ser y del No Ser. ¿Cómo sé que esto es así? Miro en mi interior y veo.
Lao-Tse
La pintura es una poesía visible.
Leonardo da Vinci
No soy corriente, pero si me rozas puedo dar calambre.
Lírico
Me di cuenta que si lo hubiese dicho lo suficiente, hubiera convencido al mundo de que realmente era el más grande.
Muhammad Ali
Deja que mi amor te rodee como la luz del sol, y que, aún así, te de libertad iluminada.
Rabindranath Tagore
Los indígenas estamos dispuestos a combinar tradición con modernidad, pero no a cualquier precio.
Rigoberta Menchú
Un par de ojos bien entrenados son tan buenos como una docena de ojos inexpertos.
Robert Baden-Powell