Recibe beneficio el que lo hace al que lo merece.
Séneca
Sí, sí, el ataque de celos es una enfermedad como la peste, como el tenebroso esplín, como las fiebres, como la lesión cerebral. Consume como la fiebre; posee su ardor, su delirio, sus pesadillas y sus vestigios. ¡Dios os libre, amigos míos!
Aleksandr Pushkin
No entiendo nada.
Amadeo de Saboya
Partir es morir un poco.
Anónimo
Nunca es tan grata la libertad como bajo el régimen de un rey justo.
Claudiano
Hemos crecido en un entorno determinado y todo lo que sea diferente nos causará (en primera instancia) desconfianza o rechazo.
Eduardo Punset
Señorío es defender siempre al Madrid. Mourinho tiene razón en sus argumentos. Santiago Bernabéu también defendía al club y sus frases eran altisonantes.
Florentino Pérez
Hay cien ingeniosos por uno que posee juicio, una frase muy cierta y que tranquilizará a más de un necio sin ingenio, que, no obstante, debería pensar -si no es mucho pedirle a un necio- que también hay cien personas carentes de ingenio y de juicio, por una que posee ingenio.
Georg Christoph Lichtenberg
... el principio, el medio y el fin, el nacimiento, el aumento y la perfección de todo lo que vemos, se hace a partir de contrarios, a través de contrarios, en los contrarios, hacia los contrarios, y que donde hay oposición allí hay también acción y reacción, hay movimiento, hay diversidad, hay multitud, hay orden, hay grados, hay sucesión, hay alternancia vicisitudinal.
Giordano Bruno
No me gustan las drogas, nunca me han gustado. No soy bueno para ese tipo de cosas, no tengo suficiente confianza en mí mismo.
Graham Coxon
La mediocridad no se imita.
Honoré de Balzac
La ciencia más útil es aquella cuyo fruto es el más comunicable.
Leonardo da Vinci
Telarañas cuelgan de la razón en un paisaje de ceniza absorta; ha pasado el huracán de amor, ya ningún pájaro queda.
Luis Cernuda
Un gobierno de Schiaretti sería menos de lo mismo.
Luis Juez
Los antiguos llamaron belleza al florecimiento de la virtud.
Ralph Waldo Emerson
No juzgar a los hombres por sus actos. Condenarlos.
Roberto Fontanarrosa