La alegría verdadera no ha de cesar ni volverse jamás contra ti.
Séneca
Ser humano es sentirse mal, sentirse hecho polvo, sentirse asustado, y no poder hacer nada al respecto hasta que dejas de sentirte así, hasta que ves la salida por ti mismo.
Alden Ehrenreich
Se puede olvidar a Dios en los días felices, pero cuando el infortunio llega, siempre es preciso volver a él.
Alejandro Dumas
La literatura me ha salvado de mí mismo... La juventud es la certeza de la batalla. Eso lo he vivido literaria y físicamente, como Julio Fuentes y otros tantos amigos corresponsales de guerra... Pero una vez que has vencido o has sido derrotado, ya eres viejo.
Arturo Pérez-Reverte
El amor es un masoquismo.
Daína Chaviano
Si un individuo posee la base espiritual necesaria, no se dejará vencer por la tentación tecnológica y la locura de poseer. Sabrá encontrar el justo equilibrio, sin pedir demasiado. El peligro constante es abrir la puerta a la codicia, uno de nuestros más encarnizados enemigos, y ahí reside el verdadero trabajo del espíritu.
Dalai Lama
Barca, alma hermana; ¿Hacia qué tierras nunca vistas, de hondas revelaciones, de cosas imprevistas iremos? Yo ya muero de vivir y soñar...
Delmira Agustini
Para ser un buen europeo hay que ser un buen español.
Jaime Mayor Oreja
Todo hombre es el centro de un círculo de cuya fatal circunferencia no puede pasar.
John James Ingalls
No me digas: No tengo tiempo para tonterías cuando te cuente un problema mío. O Eso no tiene importancia. Tratá de comprenderme y ayudarme.
Jorge Bucay
Si estás intentando hacer algo diferente, no puedes pedirle ayuda a nadie, porque no querrán hacer nada diferente.
Josh Homme
Depende de nosotros que la buena literatura siga existiendo, por el goce incomparable que produce, y por lo fundamental que es si queremos tener un futuro en libertad.
Mario Vargas Llosa
Oír es ser tocado a distancia. El ritmo está ligado a la vibración. Por eso la música vuelve involuntariamente íntimos unos cuerpos yuxtapuestos.
Pascal Quignard
Yo reino sobre las tempestades de las sensaciones. Como un lobo, las guardo encerradas en el monte de mi ser, y ora una, ora otra, dejo en libertad el impetú furioso.
Søren Kierkegaard
Si quieres saber quién soy, pregunta a las verdes olas; como ellas, sin compromiso, jamás sé lo que deseo.
Tove Ditlevsen
Al frente de la pequeña columna iba un SS que, como buen alemán, amaba a los niños, incluso cuando estaba a punto de verlos en camino hacia el otro mundo. Sentía especial aprecio por un muchacho de doce años, violinista, que llevaba su instrumento bajo el brazo. El SS le dijo que se pusiera en cabeza del cortejo y tocara, y así iniciaron la marcha.
Wladyslaw Szpilman