Nadie tuvo tan propicios a los dioses que pudiera prometerse un mañana.
Séneca
El sobresalir en el ajedrez es signo de una mente intrigante.
Arthur Conan Doyle
Esos profesores no compartían con nosotros solo su saber, sino el propio deseo de saber. Y me comunicaron el gusto por su transmisión.
Daniel Pennac
Los aldeanos no son blandos de corazón; al revés, suelen tenerlo tan duro y callado como las palmas de las manos; pero cuando no esta en juego su interés propio, poseen cierto instinto de justicia que los induce a tomar el partido del débil oprimido por el fuerte.
Emilia Pardo Bazán
Yo pondría un dos en la quiniela.
Enrique Cerezo
No es la vida el más grande de los bienes, y el mayor de los males es la culpa.
Friedrich Schiller
Todo pasa. Nadie tiene algo para siempre. Así es como tenemos que vivir.
Haruki Murakami
El islamismo radical es el nuevo fascismo.
Hermann Tertsch
Dondequiera que la ley termine, la tiranía comienza.
John Locke
No hay deseo sin prohibición.
Kristen Stewart
Nuestros patriotas están revestidos de pasiones, y en particular, la de la venganza; es preciso contenerla y pedir a Dios que la destierre, porque de no, esto es de nunca acabar y jamás veremos la tranquilidad.
Manuel Belgrano
No hay tercera posición entre explotadores y explotados.
Mario Roberto Santucho
Mi salvación fue leer, leer los buenos libros, refugiarme en esos mundos donde vivir era exaltante, intenso, una aventura tras otra, donde podía sentirme libre y volvía a ser feliz.
Mario Vargas Llosa
Los hombres que siempre hablan verdad son los que más se aproximan a Dios.
Pitágoras
Hay que subordinar, como escribió Jaurès, las leyes brutales de la competencia a las leyes superiores de la vida.
Ségolène Royal
Antes de juzgar a una persona, camina durante tres lunas con sus mocasines.
Susanna Tamaro