Ni hay una Filosofía sin virtud ni virtud sin Filosofía.
Séneca
El sol brilla sobre los justos y los injustos; pero también la granizada afecta a justos e injustos.
Adolf Pichler
El amor es una partida perdida.
Amy Winehouse
El Ser Supremo nos envía a la tierra a lavar nuestras almas porque nos hizo limpios la primera vez y para poder retornar a él tenemos que regresar como nos mandó. ¿Y cómo nos vamos a limpiar? A fuerza de dolor y de sufrimiento.
Elena Poniatowska
La tiranía no puede reinar sino sobre la ignorancia de los pueblos.
Francisco de Miranda
El agradecimiento de la mayor parte de los hombres obedece a un oculto deseo de obtener más grandes beneficios.
François de La Rochefoucauld
Ha llegado la hora de buscar a los perdidos.
Friedrich Nietzsche
Preparar un discurso de diez minutos me cuesta un par de semanas; un discurso de una hora, una semana, y un discurso de dos horas siempre puedo improvisarlo.
Harold Wilson
En todo tiempo y lugar vemos que dos hombres de la misma profesión nunca están de acuerdo.
John Gay
El hombre posee gran razonamiento, pero en su mayor parte vano y falso; los animales lo tienen menor, pero útil y verídico, y más vale una pequeña certeza que un gran engaño.
Leonardo da Vinci
Padecemos menos dictaduras que antaño, solo Cuba y su candidata a secundarla, Venezuela, y algunas seudodemocracias populistas y payasas, como las de Bolivia y Nicaragua.
Mario Vargas Llosa
Desde niño pintaba como Rafael, pero me llevó toda una vida aprender a dibujar como un niño.
Pablo Picasso
Ayunar no es un fin en sí mismo. El ayuno es temporario y, realizado en forma absoluta, debilita la mente. La verdadera ayuda es el ayuno mental. Deberá hacerse un desarrollo espiritual.
Ramana Maharshi
Unas veces te comes al oso, y otras veces el oso te come a ti.
Sam Elliott
Hombres ilustres tienen por tumba la tierra entera.
Tucídides
Ciertas personas son malas únicamente por necesidad de hablar. Su palabra, conversación en los salones, en la antecámara, son como esas chimeneas que consumen pronto las leñas; no necesitan mucho combustible; y el combustible es el prójimo.
Victor Hugo