No puede el codicioso ser agradecido.
Séneca
El arte de vivir es sacrificar una pasión baja por otra mas alta.
François Mauriac
Eso es lo que no tiene igual, la noche del combate, cuando subes al cuadrilátero. Yo tengo la sensación de que me van a matar, que me van a tumbar, pero a la vez estoy lleno de fuerza y pienso que puedo ganar. Es algo inigualable.
George Foreman
El hecho básico de la existencia humana es, no una tragedia, sino un aburrimiento. No es tanto una guerra más que un esperar en una fila de personas. La objeción hacia ella no es que sea predominantemente dolorosa sino que carece de sentido.
H. L. Mencken
Por muy lejos que uno vaya, jamás puede huir de sí mismo.
Haruki Murakami
El amigo que sabe llegar al fondo de nuestro corazón, ése, como tú, ni aconseja ni recrimina; ama y calla.
Jacinto Benavente
En la concepción común, la obra de arte se identifica a menudo con la existencia del edificio, del libro, de la pintura o de la estatua, independientemente de la experiencia humana que subyace en ella.
John Dewey
Sólo las sorpresas de la guerra pueden subir un hombre inculto al poder.
José Martí
En la fase de enamoramiento, los niveles de testosterona del hombre descienden mientras que aumentan los de oxitocina, lo que acelera la creación de lazos afectivos. Esto consigue que el enamorado se muestre.
Juan Eslava Galán
Una amistad sin confianza es una flor sin perfume.
Laure Conan
Deja que las ideas y pensmientos sobre Dios te vengan de todas partes, hay un solo Dios con miles de nombres, rézale acuerdo con tu religion, dando respeto a toda las demás.
Mahatma Gandhi
Yo creo que no debemos respetar nunca las ideas contratias a las que profesamos. Debemos, sí, respetar a las personas que las sustenten, pero nada más.
Manuel de Falla
Escocia solo tiene un problema, está llena de escoceses.
Patrick McGoohan
No hay nadie a quien seguir, nada que imitar.
Richard Branson
Creo que la vida cambia cada año. Esto es sólo un poco más cómodo.
Robert Downey Jr.
Para los hombres, nada dura: ni la noche estrellada, ni las desgracias, ni la riqueza; todo esto de pronto un día ha huido.
Sófocles