Siempre es peor al día siguiente.
Séneca
Tanta paciencia tuve que todo lo he olvidado.
Arthur Rimbaud
La felicidad es siempre aleatoria.
Daniel Sada
Todo lo que obtenemos, aparte de los dones gratuitos con que nos obsequia la naturaleza, ha de ser pagado de una u otra manera.
Henry Hazlitt
No habéis convencido a un hombre por el hecho de haberlo reducido al silencio.
John Morley
Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria.
Juan Pablo Duarte
Siempre pienso que esto no es ni tenis ni boxeo, ¿no? Necesitamos mucho del compañero. Y cuando uno confía a muerte en el compañero es muy difícil que el contrario te gane.
Juan Román Riquelme
La pobreza es tan medrosa, que aun para la cortesíafalta el ánimo.
Juan Ruiz de Alarcón
... porque sólo la fase superior de desarrollo del capitalismo, la gran industria mecanizada, crea las condiciones mecanizadas, crea las condiciones materiales y las fuerzas sociales necesarias para esta lucha.
Lenin
Las autoridades políticas, lejos de apoyar a débiles y pobres, ayudan casi siempre a ricos y fuertes.
Manuel González Prada
Cuando anochece en el mar el graznido de los patos se aclara.
Matsuo Basho
La historia es émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo del pasado, ejemplo y aviso del presente, advertencia de lo por venir.
Miguel de Cervantes
Podemos pues, afirmar categóricamente que nadie ni nunca podrá desmentir que Falange Socialista Boliviana es el partido de bolivianismo más auténtico y puro; que, en consecuencia, ninguna relación puede atribuírsele con el nazismo alemán, el fascismo italiano o el franquismo español, que sólo tiene significado para Bolivia y dentro de Bolivia.
Óscar Únzaga
El poder de los príncipes es el instrumento de los fines del pueblo.
Ramon Llull
Disfruté tanto, tanto, cada parte, y gocé tanto, tanto, cada todo, que me duele algo menos cuando partes porque aquí te me quedas de algún modo.
Silvio Rodríguez
Hubiera preferido mil veces ser una de esas personas, como Richard, que hacían las cosas por las cosas mismas.
Virginia Woolf