Seas parco en elogiar, y más parco todavía en vituperar.
Séneca
Una mirada hacia atrás vale más que una hacia adelante.
Arquímedes
Estabas en mi casa, mirabas mi jardín, eras muy bello. Yo te maté. ¡Oh si pudiera ahora darte otra vez la vida, yo que te di la muerte!
Dámaso Alonso
La ironía es un insulto lanzado bajo la forma de un cumplido.
Edwin Percy Whipple
Después de las riquezas tienen en mucho la nobleza que llaman de linaje. (¡oh, nombre vano y de burla si no te acompaña virtud!)
Erasmo de Róterdam
Se ha removido ahora la última base para cualquier duda del hecho de que las Escrituras nos han llegado sustancialmente como fueron escritas.
Frederic G. Kenyon
Todos los imperios se han creado por medio de la fuerza, pero ninguno puede mantenerse con ella.
Henry Kissinger
Hoy, el apocalipsis ha dejado de ser una mera referencia bíblica para convertirse en una posibilidad muy real. Nunca antes en el acontecer humano se nos había colocado tan al límite, entre la catástrofe y la supervivencia.
Javier Pérez de Cuéllar
Si te quiere mal el mayordomo, no confíes en el amor del señor.
Jehuda Bonsenyor
Las quejas de los vasallos, por más robustas que sean, llegan debilitadas a oídos de los reyes.
Joaquín Setantí
Sufrir es más que gozar: es verdaderamente vivir.
José Martí
Todavía no se han levantado las vallas que le digan al talento: De aquí no pasarás.
Ludwig van Beethoven
Tú eres la única mujer a quien amo. Tú estás aquí dentro de mi pensamiento a todas horas. Tu recuerdo es un volumen que está constantemente deteniéndolo todo para ser lo único o es un perfume penetrante que tiene todas las afinidades y que se escurre y vuela y se introduce en los más escondidos reductos y anega cada uno de mis sentimientos.
Pablo Palacio
Florencia es una ciudad para las parejas casadas; Venecia, para los amantes; Turín, para los cónyuges adultos que ya no tiene nada que decir.
Pitigrilli
Lo hago todo por mi país. Están enloquecidos por mí y me siento orgulloso. Es un honor hacer esto por Jamaica.
Usain Bolt
La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano.
Voltaire