Toda vida es tormento.
Séneca
Antes venía los sábados y los domingos y hacía las colecciones. Ahora no diseño, desde hace unos años no estoy en las colecciones.
Amancio Ortega
Zac Efron podría hacer que nos sintiésemos culpables por comer tanta comida. Me decía: '¿Realmente quieres comer los carbohidratos? ', y era como: 'Muchas gracias...
Ashley Tisdale
La monstruosidad fea y deformada de los extraterráqueos, es fantasía humana. ¡No existe!
Benjamín Solari Parravicini
El genio del sueño es un omnipotente arquitecto.
Enrique Lihn
Cuando uno está de pie en la cima del mundo, se es demasiado humilde como para pensar acerca de los récords.
Felix Baumgartner
No es verdadera fuerza y poderío dañar y empescer; mas aprovechar y guarescer.
Fernando de Rojas
Los mejores años de una vida son los que todavía no se han vivido.
Guillaume Musso
Toda la tecnología tiende a crear un nuevo entorno humano... Los entornos tecnológicos no son meramente pasivos recipientes de personas, son procesos activos que reconfigurar a las personas y otras tecnologías similares.
Herbert Marshall McLuhan
Los traicioneros son siempre desconfiados.
J. R. R. Tolkien
De pequeño nos decían, podéis ser polis o delincuentes. Cuando tienes delante un arma de verdad, ¿cuál es la diferencia?
Jack Nicholson
Con esto de ser europeos los idiomas van a ser indispensables hasta para quedarse solter@
Jesús Campos
Nunca acabes un buen alimento de un solo bocado, ni cuentes una buena historia de un tirón.
Mo Yan
Fina es la lámina, casi transparente. La lámina de azúcar que separa tus labios. Por allí se fue mi corazón relamiéndose las heridas.
Roberto Obregón
Un gran retrato es siempre más un retrato del pintor que de la pintada.
Samuel Butler
El corresponsal se preguntaba sinceramente, en nombre del sano juicio, cómo era posible que hubiese gente que considerase divertido remar en un bote. No era una diversión; era un castigo diabólico, y hasta un genio en aberraciones mentales no podría inferir jamás que se tratase de otra cosa que de un horror para los músculos y un crimen contra la espalda.
Stephen Crane