La malicia bebe la mayor parte de su propio veneno.
Séneca
Cuando caminan, cabalgan a lomos de mula vieja, y no conocen la prisa ni aún en los días de fiesta. Donde hay vino, beben vino; donde no hay vino, agua fresca. Son buenas gentes que viven, laboran, pasan y sueñan, y en un día como tantos descansan bajo la tierra.
Antonio Machado
Todos los aduladores son mercenarios, y todos los hombres de bajo espíritu son aduladores.
Aristóteles
Cada nación se burla de las otras y todas tienen razón.
Arthur Schopenhauer
Forastero el hombre que llegó sin su silueta.
Beto Cuevas
La imprevisión ¿es una falta grave o una providencial compañera, que velando al pobre los males del porvenir, le deja disfrutar el bien presente?
Concepción Arenal
Pasé por todos los músicos en mi vida que yo admiro, como jugadores brillantes, inteligentes virtuosos.
David Bowie
Quienquiera que dijera que la pluma es más poderosa que la espada, obviamente nunca se enfrentó a armas automáticas.
Douglas MacArthur
Alégrate de la vida porque ella te da la oportunidad de amar, de trabajar, de jugar y de mirar a las estrellas.
Henry van Dyke
No hace falta permiso para rodar desnudos Por el piso.
Joaquín Sabina
Debemos temer el valor de nuestras opiniones, la flexibilidad de nuestros deberes.
Maximilien Robespierre
Es imposible ir hacia adelante y mirar hacia atrás; quien vive en el pasado no puede avanzar.
Mies Van der Rohe
Los manifestantes han tomado drogas alucinógenas. Son jóvenes de 16 o 17 años, aislados de su familia, que copian lo que pasó en Túnez y Egipto.
Muamar el Gadafi
Cada libro es una imagen de soledad. Es un objeto tangible que uno puede levantar, apoyar, abrir y cerrar, y sus palabras representan muchos meses, cuando no muchos años de la soledad de un hombre, de modo que con cada libro que uno lee puede decirse a sí mismo que está enfrentándose a una partícula de esa soledad.
Paul Auster
De tu cuerpo quisiera levantar palacios, arquitectónicos jardines y terrenales paraísos monumentales.
Tristan Tzara
¡Oh ruiseñor! Tú eres de ardiente corazón: tus notas nos penetran, nos penetran, tumultuosa, indómita armonía. Cantas como si el dios del vino te dictara un mensaje de sátira amorosa: una canción de burla y de desprecio a la sombra, al rocío y a la noche callada y a la ventura firme y a todos los amores que descansan en esos tranquilos bosquecillos.
William Wordsworth