Nadie es tan tímido que no prefiera caer una vez, a estar siempre en suspenso.
Séneca
Bien está dos veces encerrada la lengua y dos veces abiertos los oídos, porque el oír ha de ser el doble que el hablar.
Baltasar Gracián
Quien se cree perfecto, no se ha dado cuenta de su alrededor, que es mirar el perfecto.
Charles Chaplin
Nadie escucha mi voz, si rezo o grito: soy isla asida al tallo de los vientos.
Dulce María Loynaz
¿Y si descubrimos en el último capítulo, como en nuestra novela, que no existe solución? En primer lugar, es preciso reconocer que hay que considerar esta hipótesis. Nada nos permite excluirla. Y enseguida, hay que enfrentar la idea. Para algunos resulta visceralmente inaceptable. En otros ejerce una atracción considerable, que bordea la seducción. Efectuada la confrontación, reconocidas y aceptadas las reacciones, podemos volver atrás más tranquilos. A fin de cuentas, puede que la realidad tenga un sentido.
Hubert Reeves
No basta con oír la música; además, hay que verla.
Igor Stravinski
La ley de la cosecha es cosechar más de lo que se siembra. Siembra un acto, y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosechas un carácter. Sembrar un carácter y cosechas un destino.
James Allen
Si un individuo es pasivo intelectualmente, no conseguirá ser libre moralmente.
Jean Piaget
Seres desiguales no pueden pensar de igual manera. Siempre habrá evidente contraste entre el servilismo y la dignidad, la torpeza y el genio, la hipocresía y la virtud.
José Ingenieros
¡El ser humano no quiere reconocer que todo lo malo lo provoca él mismo! Y luego va y le echa la culpa a Dios. ¡Qué ciego está!
María Vallejo-Nágera
El que no teme a la muerte, no teme a las amenazas.
Pierre Corneille
¡Bendita seas, patria de valientes, y que el porvenir te reserve horas más felices que las que forman tu presente!
Ricardo Palma
El que puede socorrer al que va a perecer y no lo socorre, lo mata.
No te fíes de nadie, quizás un poco de tu madre.
Sheldon Adelson
Los duques, en latín duces eran los generales en tiempos de guerra; los condes, comites, eran, por razón de amistad, los que acompañaban al general, y se les encargaba gobernar y defender las plazas ya conquistadas y pacificadas; los marqueses, marchiones, eran los que gobernaban las marcas o provincias fronterizas del imperio.
Thomas Hobbes
... los griegos llaman héroes y la Escritura gigantes,...