Lo bueno de nuestra familia es que no tenemos rencores y creo que es una clave para el éxito. Ya sabemos que tenemos nuestros desacuerdos, pero si estamos bien o mal sólo tenemos que disculpamos. Así somos.
El modo más seguro de hacernos agradable la vida a nosotros mismos es hacerla agradable a los demás.