La grandeza de la eternidad obsesiona a los hombres.
Sean Bean
Un silencio con una persona poco atractiva implica que es ella la aburrida. Un silencio con alguien atractivo le deja a uno la certeza de que el insulso es uno mismo.
Alain de Botton
Debajo del árbol canta el pájaro cuando llueve; también de dolor se canta cuando llorar no se puede.
Anónimo
Pensaba en lo lleno que está el mundo de coincidencias. En cómo todos esperamos algo.
Antonio Buero Vallejo
La literatura me ha salvado de mí mismo... La juventud es la certeza de la batalla. Eso lo he vivido literaria y físicamente, como Julio Fuentes y otros tantos amigos corresponsales de guerra... Pero una vez que has vencido o has sido derrotado, ya eres viejo.
Arturo Pérez-Reverte
Pues, aunque existente por sí mismo, ser causa de todas las cosas, bien supremo, eterno e inmutable, etc. sólo son propios de Dios, no podemos saber, sin embargo, mediante esos propios, qué ser es ése, al que pertenecen esos propios, ni qué atributos tiene.
Baruch Spinoza
El hecho de que sea irrepetible es lo que hace tan dulce la vida.
Emily Dickinson
Nunca te enorgullezcas de los frutos de tu inteligencia. Sólo eres dueño del esfuerzo que pusiste en su cultivo; de lo que logra, nada más eres un espectador. La inteligencia es como una flecha: una vez que se aleja del arco, ya no la gobierna nadie. Su vuelo depende de tu fuerza, pero también del viento y, ¿por qué no decirlo?, del destino que camina detrás de ella.
Ermilo Abreu Gómez
La moral es lo que hace a uno sentirse bien y lo inmoral es lo que hace a uno sentirse mal.
Ernest Hemingway
Quien tiene casa de vidrio, no debe tirar piedras a otro.
George Herbert
Si no la matas tú, te matará ella. Las historias se repiten.
Marisa Paredes
Es posible pasar meses en una situación de extraordinaria intimidad con otra persona y, de repente, no volver a verla jamás. Resulta deshumanizador ya que le obliga a uno a adaptarse, a volverse más duro y autosuficiente.
Nelson Mandela
Lo que la ley de la atracción nos trae no es lo que más anhelamos, ni las cosas que deseamos, sino las cosas que viven en nuestros pensamientos y mente, dominando nuestra mentalidad, nuestra actitud mental.
Orison Swett Marden
El tiempo se va, el tiempo se va, señora, no el tiempo, sino nosotros nos vamos.
Pierre de Ronsard
Instruir al cerebro es hacer efectivo el golpe del brazo; armar el brazo es dar fuerza a las concepciones del cerebro.
Práxedis G. Guerrero
La lengua es propensa a digresiones; no así la pluma. En una carta, ya que no tengamos cosas mejores que decir, a lo menos las decimos mejor.
Ralph Waldo Emerson