Engañar a los hombres de uno en uno es bastante más difícil que engañarlos de mil en mil. Por eso el orador tiene menos mérito que el abogado o el curandero.
Santiago Rusiñol
Y el abuelo un día se quedó dormido sin volver a España. El abuelo un día, como tantos otros, con tanta esperanza. Y al tiempo al abuelo lo vi en las aldeas, lo vi en las montañas, en cada mañana y en cada leyenda, por todas las sendas que anduve de España.
Alberto Cortez
Mi primera opción siempre ha sido el Xerez, lo dije siempre. Es más, me fui para Las Palmas y me fui para la La Coruña y mi coche y mis cosas se quedaron en Jerez, así que mira si lo tenía claro.
Aythami Artiles
Votaré por la estatización de YPF.
Carlos Menem
Me gusta ayudar y que me ayuden, me gusta que eso se ramifique; ahorita mismo tú y yo estamos hablando, y yo trabajo para ti con gusto y tú lo haces para mí al hacerle llegar a mucha gente mis pensamientos, mis ideas, eso es muy bueno.
Chayanne
En la escuela del querer con gran dolor aprendí el amor de la mujer.
Enrique Cadícamo
Te he desnudado como se desnuda a una llama de alcohol entre los dedos de una pluma, sin más itinerario que tu sollozo.
Gonzalo Escudero
No basta con oír la música; además, hay que verla.
Igor Stravinski
Los hombres son libres: los hombres son iguales ante la ley. Ningún hombre es dependiente de otro hombre: ningún hombre es obligado a otro hombre, sino cuando él mismo ha querido obligarse.
José Cecilio del Valle
He comprendido que mi bienestar sólo es posible cuando reconozco mi unidad con todas las personas del mundo, sin excepción.
León Tolstói
Nos comunicamos con todo nuestro cuerpo, pero parece que sólo estamos atentos a lo que decimos con nuestras palabras.
María Jesús Álava Reyes
Cuando uno llega a percibir que una calle no le es extranjera, sólo entonces la calle deja de mirarlo a uno como a un extraño.
Mario Benedetti
Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas.
Aquellos hombres que están libres de prejuicios comunes, adquieren otros.
Marlene Dietrich
¿Es amor más que una ciega tiranía, a quien yo doy las armas con que me venza? ¿Yo he de introducir en mí otro yo, que con su fuerza mande en mí más que yo mismo? ¿Yo una doméstica guerra que haga el corazón campaña de sentidos y Potencias?
Pedro Calderón de la Barca
El tiempo que huye no puede ser recuperado.
Virgilio