Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia.
Santiago Ramón y Cajal
Estoy absolutamente convencido que ninguna riqueza del mundo puede ayudar a que progrese la humanidad. El mundo necesita paz permanente y buena voluntad perdurable.
Albert Einstein
Ante mi vista lo más amado de todas las cosas es la Justicia; no te apartes de ella si me deseas, y no la descuides para que confíe en ti. Con su ayuda verás con tus propios ojos y no por los ojos de otros, y conocerás con tu propio conocimiento y no mediante el conocimiento de tu prójimo. Pondera en tu corazón cómo te corresponde ser.
Baha'ullah
Celebrar los Juegos Olímpicos significa evocar la historia.
Barón Pierre de Coubertin
A los dieciocho años se adora; a los veinte, se ama; a los treinta, se desea; a los cuarenta, se reflexiona.
Charles Paul de Kock
La verdad no es otra cosa que falsedad bien disfrazada.
George Farquhar
No se pueden moldear los hijos conforme a las ideas de los padres. Hay que tomarlos como Dios los da, amarlos y educarlos lo mejor posible, sin torcer su inclinación.
Goethe
Nunca he creído en el infierno. Dicen que Dios es piedad, luego el infierno es contradictorio.
Graham Greene
Máscara. Brinda un aire divertido.
Gustave Flaubert
Es la guerra la que me ha educado; no solamente el horror de la guerra, sino también la significación de la guerra imperialista.
Henri Barbusse
¿No es la descortesía con todos los demás, la esencia misma del amor?
Jane Austen
El corazón es una flecha y un blanco.
Mariela Cordero García
La lógica es en definición, el amor a la lógica. No el amor al hombre.
Osamu Dazai
Quienes más labor tienen ante si y quieren trabajar, hallarán más tiempo para sus propósitos.
Samuel Smiles
Un carácter fuerte se forma por medio de pensamientos fuertes y nobles. Un buen carácter es el fruto del esfuerzo personal. Es el resultado de los propios empeños personales.
Swami Sivananda
De pronto me sentí a mí mismo, y a mi propio yo. Todos aquellos que se dan cuenta de Sí Mismos, son conscientes de su individualidad, pero solamente el ojo inflamado, el dedo lastimado, el diente enfermo se evidencian; pues el ojo sano, el dedo indemne, y el diente intacto no parecen existir. De modo que, sin duda alguna y con absoluta certeza, uno está enfermo cuando siente su propia personalidad.
Yevgueni Zamiatin