Publio Cornelio Escipión rompió a hablar como un torrente al que sus aguas hubieran contenido en un embalse hasta que la presa revienta y desparrama el líquido como un mar de furia.
Santiago Posteguillo
Durante el período escolar, el estudiante ha estado mentalmente inclinado sobre su escritorio; en la universidad debe ponerse de pie y mirar a su alrededor.
Alfred North Whitehead
Es evidente que todos los fines no son fines perfectos. Pero el bien supremo constituye, de alguna manera, un fin perfecto.
Aristóteles
La felicidad de cada uno no consiste en esto ni en aquello sino en conseguir y gozar cada uno de lo que le gusta.
Baltasar Gracián
... finalmente nuestros rayos cada vez infunden menos miedo también.
Erasmo de Róterdam
Los ideales son a prueba de balas.
Hugo Weaving
Hay en España una escasa curiosidad intelectual, mucha indiferencia. Lo conocido se acepta y explora, pero se ignora lo otro.
Jorge Edwards
Los activos más rentables de una organización son aquellos que entran y salen todos los días en forma de trabajadores capaces que obtienen con rigor los resultados.
Jorge González Moore
Es tirano fuero injusto.
Juan Ruiz de Alarcón
Los seres humanos, divisores del átomo, paseantes de la luna, rondadores, componedores de sonetos, quieren ser dioses, pero son animales, con un cuerpo que un día perteneció a un pez.
Martin Amis
¿Crees en Dios? Si crees en él, existe; si no crees, no existe.
Máximo Gorki
Fluctuamos entre los más diversos pareceres; no queremos nada con entera libertad, ni de un modo absoluto, ni constantemente.
Michel de Montaigne
Yo uso emacs, que puede considerarse un procesador de textos termonuclear.
Neal Stephenson
Yo temblaba al mirarte, yo temblaba como tiemblan las ramas reflejadas en el agua movida por el viento.
Silvina Ocampo
Yo no sé cocinar, llevar sombrero, ser acogedora, llevar joyas, arreglar flores, recordar citas, agradecer regalos, dar la propina adecuada, retener a un hombre, mostrar interés en las reuniones de padres.
Tove Ditlevsen
Por esto un Samurái debe conocer sus debilidades y pasar su vida corrigiéndolas sin jamás tener el sentimiento de haber hecho ya lo suficiente. No debe, naturalmente, tener demasiada confianza pero tampoco sentirse inferior.
Yamamoto Tsunetomo