El alma humana no atiende a lo que en momentos de sosiego y sensatez otros han pensado y diseñado con atención y racionalidad: leyes, normas, costumbres. No, el miedo quiebra todo eso.
Santiago Posteguillo
El mayor triunfo como actriz o como artista está ahí: en perdurar. Y si es en activo, aportando lo que llevas dentro; lo mejor de ti, y tu experiencia, mejor que mejor.
Ana Belén
Si con los rayos del Sol se pudieran construir armas, hace ya siglos que tendríamos energía solar.
Anónimo
Eres lo que haces. Si haces trabajo aburrido, estúpido, monótono, lo más probable es que acabes siendo aburrido, estúpido y monótono.
Bob Black
Si puedo amar así, mi eternidad sería segura. ¿Tal eternidad dura sólo una vida?
César Moro
Los hombres piensan que todo lo que sale de la boca de una mujer es un problema que hay que resolver. No se enteran de que lo que nos gusta es darles vueltas a las cosas, hablar un poco y luego olvidar. A ellos les va más la acción.
E. L. James
Me gustaría conocer más el amor, para así hacer historias que se queden en el ser de cada persona.
Eduardo Barraza
La justicia es una constante y perpetúa voluntad de dar a cada uno lo que le toca.
Francisco de Quevedo
Nuestra descendencia de los simios no puede ser una excusa para nosotros hoy.
Franz Joseph Emil Fischer
Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al señor para poder ser el guardián de tu alma.
Gabriel García Márquez
Ningún hombre es tan tonto como para desear la guerra y no la paz; pues en la paz los hijos llevan a sus padres a la tumba, en la guerra son los padres quienes llevan a los hijos a la tumba.
Heródoto
En cada niño nace la humanidad.
Jacinto Benavente
¡Oh las sombras enlazadas! ¡Oh las sombras de los cuerpos que se juntan con las sombras de las almas! ¡Oh las sombras que se buscan en las noches de tristezas y de lágrimas!..
José Asunción Silva
El trabajo consiste en lo que un organismo está obligado a hacer; el juego consiste en lo que un organismo no está obligado a hacer.
Mark Twain
Era el sueño de su vida súbitamente convertido en realidad, la riqueza y el lujo que siempre había deseado. Su ambición de fasto y poder era capaz de hacerla enfermar, era un instinto devorador que seguramente sólo la riqueza lograría apaciguar.
Naguib Mahfuz
Dios es el corazón del mundo.
Vicente Ferrer