Entre los fenómenos de la conciencia, el mecanismo de la memoria es, para mí, el milagro más temible y misterioso.
Sándor Márai
La buena sociedad es aquella en la que la virtud es recompensada.
Abraham Maslow
Sobre todo que observen escrupulosamente las leyes raciales y que se opongan sin piedad al envenenador universal de todos los pueblos: los judíos internacionales.
Adolf Hitler
Cuanto más estamos gobernados por idiotas que no tienen ningún control sobre nuestro destino, más tenemos que contar historias entre sí sobre quién somos, por qué somos, de dónde venimos, y lo que podría ser posible, o lo que es imposible. ¿Qué es una fantasía?
Alan Rickman
El mayor regalo que puedes hacer a otros es el regalo del amor incondicional y la aceptación.
Brian Tracy
Siento una gran frustración de un sector que ha tenido un gran crecimiento, poder exportador... y que parece que nada le alcanza.
Cristina Fernández De Kirchner
La inteligencia no podría representar mucho tiempo el papel del corazón.
François de La Rochefoucauld
Vileza es mostrarse débil, bien en las obras, bien en el sufrimiento.
John Milton
Yo, con erudición ¡cuánto sabría!
José de Espronceda
Un padre que da consejos, más que padre es un amigo.
José Hernández
No deberíamos difundir lo circunstancialmente exitoso si el objetivo es transmitir valores.
Marcelo Bielsa
Cuanto más amamos a alguien menos conviene halagarle.
Molière
El líder que reclama todos los honores por el trabajo de sus seguidores, seguramente encontrará resentimiento. El verdadero líder no reclama ninguno de los honores. El está satisfecho de ver los méritos cuando los hay, va hacia sus seguidores porque él sabe que los hombres que más trabajaran serán por elogios y reconocimiento que sólo por el dinero.
Napoleon Hill
¡Cómo encendiste mis deseos, cómo me hablaste del placer con tus trofeos de mujer!
Ramón María del Valle-Inclán
Sólo dos cosas han permanecido siempre arcanas para mí: El amor de los efebos y la música de ese teutón que llaman Wagner.
La rabia es contra el tiempo por ponerte junto a mí tarde.
Ricardo Arjona