No existe nada más contagioso que el entusiasmo.
Samuel Taylor Coleridge
Pero hay encrucijadas tanto en nuestra propia vida personal como en la historia de los pueblos en las que uno debe preguntarse, serena y objetivamente, si presta un mejor servicio a la colectividad permanecido en su puesto o renunciando a él.
Adolfo Suárez
El honor es la poesía del deber.
Alfred de Vigny
Mi patria son los amigos.
Alfredo Bryce Echenique
Soy romántica en el sentido de que presento al hombre como debería ser. Soy Realista en el sentido de que lo sitúo aquí y ahora, en este mundo.
Ayn Rand
En la sociedad madrileña, la más amena del mundo porque ha sabido combinar la cortesía con la confianza, hay algunos Pepes, Manolitos y Pacos.
Benito Pérez Galdós
Bob Marley no es mi nombre. Ni siquiera sé mi nombre aún.
Bob Marley
Si tan solo rigieramos nuestras vidas por la sublimes palabras que hace 2000 años dijo aquel humilde carpintero de galilea sencillo, descalzo, sin frak ni condecoraciones amaos, amaos los unos a los otros pero, desgraciadiamente, ustedes entendieron mal y confundieron los términos. ¿Y qué es lo que han hecho?, ¿qué es lo que hacen? Armaos los unos contra los otros. He dicho.
Cantinflas
La corrupción del gusto forma parte de la industria de los dólares y hace juego con ella.
Edgar Allan Poe
Si todo el mundo hiciera lo que puede, el mundo sería, con certeza, mejor.
José Saramago
Cuando se escribe con facilidad siempre se cree contar con más talento del que se tiene.
Joseph Joubert
Para quienes el mirar hacia atrás no debe ser una forma nostálgica de querer volver sino una mejor manera de conocer lo que está siendo, para construir mejor el futuro.
Paulo Freire
Nada más evidente que el hecho de que cada nación da a su dios las características propias, y que cada individuo da a su dios sus peculiaridades personales.
Robert G. Ingersoll
La alegría más grande es la inesperada.
Sófocles
No suele importarme que un hombre crea en Rahma, Marx o Afrodita, siempre y cuando lo deje fuera de la consulta.
Viggo Mortensen
La amistad es el matrimonio del alma y este matrimonio está sujeto al divorcio.
Voltaire