Frase de Samuel Taylor Coleridge

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Todas las mujeres de edad avanzada que yo conozco pueden dividirse en tres clases: las ancianas amables, las mujeresancianas... - Samuel Taylor Coleridge

Todas las mujeres de edad avanzada que yo conozco pueden dividirse en tres clases: las ancianas amables, las mujeresancianas y las viejas brujas.

Samuel Taylor Coleridge

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Explorar Frases

Cada uno de nosotros tratamos de juzgar a los demás, pero nueve de cada diez veces, nos equivocamos.

Agatha Christie

Es aventurado cimentar algo sobre la voluntad del hombre; pero cimentar sobre la voluntad de una multitud es una locura: la voluntad de un hombre es como un sol, que tiene sus días y sus noches; la de un pueblo es como el relámpago, que dura apenas un segundo.

Ángel Ganivet

Ningún hombre puede enamorarse de una mujer que no le despierte el instintosexual.

Axel Munthe

Cuanto más busques seguridad, menos tendrás. Pero cuanto más busques oportunidades es más probable que logres la seguridad que deseas.

Brian Tracy

El hombre tiene corazón, aunque no siga sus dictados.

Ernest Hemingway

¿Quién sabe si yo deseo ser leído hoy?

Friedrich Nietzsche

La emancipación de las mujeres les ha hecho perder su misterio.

Grace Kelly

No hay cosa que haga tan espacioso al mundo como el tener amigos a grandes distancias; ellos son las que hacen las latitudes y longitudes.

Henry David Thoreau

En mi casa tengo tres sillas; una para la soledad, otra para la amistad, y una tercera para la sociedad.

Henry David Thoreau

Los sabios son en la tierra como las estrellas en el cielo.

José Heriberto García de Quevedo

Ustedes, los béticos, tenéis acolapsada toda La Palmera. Ustedes, los béticos tenéis un jugador que se llama Alfonso que está cedido al R.Madrid. Ustedes los béticos tenéis la mejor ciudad deportiva de Andalucía. Ustedes, los béticos, habeis invertido como el tercer mejor equipo de España.

Manuel Ruiz de Lopera

Es lo mejor que le puede ocurrir a un tipo, Ambrosio -dice Santiago-. Creer en lo que dice, gustarle lo que hace.

Mario Vargas Llosa

Solo, con la ventana abierta a las estrellas, entre árboles y muebles que ignoran mi existencia, sin deseos de irme, ni ganas de quedarme a vivir otras noches, aquí, o en otra parte, con el mismo esqueleto, y las mismas arterías, como un sapo en su cueva circundado de insectos.

Oliverio Girondo

La hermosura del rostro es una recomendación muda.

Publilio Siro

Brad, dudo que un hombre cuarentón que aún vive con su madre entienda los mecanismos del amor.

Robert Knepper