Una voluntad enérgica es el alma de todos los caracteres. Donde ella se encuentra hay vida; donde ella no existe, únicamente hay debilidad, impotencia y desaliento.
Samuel Smiles
La mayoría de los las solitarios que se quejan de no tener oportunidades de encontrar una pareja, en el fondo, a causa de diferentestraumas y conflictos, está rechazando esa unión.
Alejandro Jodorowsky
La arquitectura es la ordenación de la luz; la escultura es el juego de la luz.
Antoni Gaudí
Me apasiona la música. Y porque me apasiona, trato de liberarla de las tradiciones estériles que la sofocan. El color de mi alma es la rueda de murciélagos de hierro gris y triste sobre la aguja de mis sueños.
Claude Debussy
Consigue lo que requieres y luego quiere lo que consigues.
Doménico Cieri Estrada
La belleza es una dictadura que acaba con el tiempo. Lo único que se puede hacer para retenerla es fotografiarla, porque queda como muerta sobre un papel. Pero nada más. Solo muerta en un papel.
Elísabet Benavent
En todo debe haber equilibrio a fin de que algo pueda existir; sin equilibrio no hay acción y reacción porque el equilibrio existe entre dos fuerzas, impulsando una y repulsando la otra.
Emanuel Swedenborg
El asesinato es la forma extrema de la censura.
George Bernard Shaw
Es curioso pero alguna güevonada queda.
Jaime Garzón
En verdad que el hombre no es más que una sombra, y la vida, un sueño.
Joseph Addison
La política es la ciencia y el arte de proponer un modelo a la sociedad como ella quiere.
Julio Anguita
Yo sé que no sé muchas cosas, pero sé bailar música lenta. Tú eres espantosa. Deja que te enseñe.
Keanu Reeves
Cuando son tan extraños los sucesos, la admiración disculpa los excesos.
Pedro Calderón de la Barca
La culpa es mía, le hice creer que era algo más que un ama de casa sin empleo.
Robert De Niro
Si pudiera cambiar este mundo para mejor, renunciaría a todo.
Stanley Tucci
Ahora está bastante claro para mí que no hay esferas sólidas en los cielos, y las que han sido ideadas por los autores para salvar las apariencias, sólo existen en su imaginación, con el fin de permitir que la mente pueda concebir el movimiento que siguen los cuerpos celestes.
Tycho Brahe