Con su casa y su corazón abiertos para mí.
Samuel Ros
La garantía de las libertades básicas permiten 'La tranquilidad del orden', lo que significa la paz pública.
António de Oliveira Salazar
¡No temas preguntar, compañero! ¡No te dejes convencer¡ ¡Compruébalo tu mismo¡ Lo que no sabes por ti, no lo sabes.
Bertolt Brecht
Quien no perdona a tiempo, sufre un tiempo.
Doménico Cieri Estrada
En esta vida hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra.
Eugenio Trías
No soy ruiseñor, sino urraca de grito agrio que se oculta en el fondo de los bosques para no ser oída sino por ella misma.
Gustave Flaubert
Obra siempre de modo que tu conducta pudiera servir de principio a una legislación universal.
Immanuel Kant
Un mal escritor es alguien cuya vida resulta más interesante que su obra.
John Irving
... el respeto por lo sentimientos ajenos es la mejor condición para una próspera y feliz vida de relaciones y afectos.
José Saramago
Nunca fue la nuestra, lengua de imposición, sino de encuentro; a nadie se le obligó nunca a hablar en castellano: fueron los pueblos más diversos quienes hicieron suyo por voluntad libérrima, el idioma de Cervantes.
Juan Carlos de Borbón
El cuerpo interrogado en el suplicio es a la vez el punto de aplicación del castigo y el lugar de obtención de la verdad. Y de la misma manera que la presunción es solidariamente un elemento de investigación y un fragmento de culpabilidad, por su parte el sufrimiento reglamentado del tormento es a la vez una medida para castigar y un acto de información.
Michel Foucault
Encontrarse despreciado en el amor es un golpe en el orgullo, haz todo lo que puedas por olvidarlo, pero si no lo lograras, aparenta que lo has logrado.
Molière
Uno mas uno es uno, si la suma somos tú y yo.
Ricardo Arjona
Un conjunto de buenas imágenes puede ser detestable.
Robert Bresson
¿Me ves atracando tiendas de licores con un tatuaje en el pecho que diga: Nacido para perder?
Robert De Niro
Un pensamiento llena la inmensidad.
William Blake