La vida humana es dondequiera un estado en que hay mucho que aguantar y poco que gozar.
Samuel Johnson
Dime cuál es el puente que separa tu vida de la mía, en qué hora negra, en qué ciudad lluviosa, en qué mundo sin luz está ese puente y yo lo cruzaré.
Amalia Bautista
Se ha dicho con acierto que la multitud tiene muchas cabezas, pero ningún cerebro.
Antoine de Rivarol
Hay que comer y beber con tal moderación, que nuestras fuerzas se restauren y no se recarguen.
Cicerón
La conciencia es la voz del dios del alma.
Émile Augier
Creo que la verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la filosofía, pero no para la vida. En la vida, la ilusión, la imaginación, el deseo, la espernaza, cuentan más.
Ernesto Sabato
Sin duda son los políticos quienes, en cualquier lugar del planeta, cargan, con mayor o menor justicia, con el sambenito de ser quienes más promesas hacen y, por contra, los más incumplidores.
Fernando Savater
La constitución progresista debe considerar garantías individuales, educación laica y gratuita, igualdad de géneros, un México libre por la separación de la Iglesia y el Estado.
Ignacio Ramírez
El sentimiento de celos casi siempre está generado no por lo que ocurriera realmente, sino por imágenes construidas de lo que creemos que pasó. Entonces, en respuesta a las imágenes, nos sentimos mal; las imágenes son lo suficientemente reales para provocar eacciones extremas, aunque que nada de ello sucediera.
John Seymour
Debemos pedir un espíritu sano en un cuerpo sano.
Juvenal
Que sepulten la utopía... Dame clases de poesía con tu cuerpo esta noche.
Luis Eduardo Aute
Del dicho al hecho hay mucho trecho.
Proverbio
Que el hastío de tu anochecer no reclame más que lo que pudo ganar el deseo de tu mañana.
Rabindranath Tagore
En un minuto puedo cambiar mi actitud, y en ese minuto puedo cambiar el día entero.
Spencer Johnson
El que labra en el corazón de la plebe, edifica una vivienda vertiginosa y móvil.
William Shakespeare
Hay días en los que uno tiene la impresión de que los hombres viven como ratas y no siente el menor deseo de parecerse a ellos.
Yukio Mishima