Ninguno, imitando a otros, llegó a ser auténticamente grande... y dejó de ser él.
Samuel Johnson
Como ha sucedido a lo largo de la historia en la mayoría de los campos de la evolución humana, las nuevas tecnologías son un apoyo para el progreso de la cocina.
Ferran Adrià
Cuando el avaro dice: tengo un tesoro, el preso dice: tenga una cárcel.
Francisco de Quevedo
Naturaleza. ¡Qué hermosa es la naturaleza! Decirlo cada vez que uno se encuentra en el campo.
Gustave Flaubert
No hay que pedir naranjas a los manzanos, ni amor a la mujer, ni felicidad a la vida.
Creo que la felicidad no es un estado en el que quieres estar en todo momento.
John Belushi
Muchos hay que, después de haber encontrado la felicidad, buscan todavía más hasta que encuentran la desgracia.
Joseph Léonard
Las Pasiones. llámolas bastardas, porque realmente no pertenecen al entendimiento.
Juan Pablo Forner
Nacimos para morir.
Lana del Rey
Para que alguien sepa lo que es el abandono, tiene que ser abandonado.
Laura Esquivel
En cuanto a la observación de mi mismo, me obligo a ella, aunque sólo sea para llegar a un acuerdo con ese individuo con quien me veré forzado a vivir hasta el fin.
Marguerite Yourcenar
Los hombre jóvenes quieren ser fieles y no lo consiguen; los hombres viejos quieren ser infieles y no lo logran.
Oscar Wilde
Las rocas no brillan, pero duran para siempre cambian con el tiempo pero no desaparecen.
Soraya Lamilla
El mayor mal es la falta de amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la calle, asaltado por la explotación, corrupción, pobreza y enfermedad.
Teresa de Calcuta
Mis canciones son mis hijos. Algunos de ellos se quedan conmigo, algunos otros que tengo que mandar fuera, fuera a la guerra. Puede sonar estúpido, y podría incluso sonar ingenuo, pero es justo de esta manera.
Thom Yorke
Aquel que desee convertirse en maestro del hombre, debe empezar por enseñarse así mismo antes de enseñar a los demás; y debe enseñar primero con el ejemplo antes de que lo haga verbalmente. Pues aquel que se enseña a sí mismo y rectifica sus propios procedimientos, merece más respeto y estimación que el que enseña y corrige a otros, eximiéndose a él mismo.
Yibrán Jalil Yibrán