La esperanza es, por si misma, una felicidad, y, quizá, la principal felicidad que este mundo puede darnos.
Samuel Johnson
La mayoría de los hombres son malos jueces de sus propios asuntos.
Aristóteles
La gente con mucha experiencia suele tener opinión propia.
Benedict Cumberbatch
Vivir sólo merece la pena cuando tenemos dificultades ante nosotros. De lo contrario no hay ningún incentivo.
Eiji Yoshikawa
Bueno, bueno, bueno; madre mía, qué barbaridad.
Gonzalo Serrano
La verdadera sexualidad no es el simple acercamiento de los sexos, sino el trabajo creador del hombre y la maternidad de la mujer.
Gregorio Marañón
El peregrino que ansía refrescar sus secos labios en las aguas vivas, y sin embargo no se atreve a lanzarse en ellas por temor a la corriente, se expone a sucumbir de calor. La inacción originada del miedo egoísta, no puede producir sino malos frutos.
Helena Blavatsky
Todo nuestro conocimiento arranca del sentido, pasa al entendimiento y termina en la razón.
Immanuel Kant
Al menos con la muerte no puedes decepcionar a los que quieres.
Jessica Lange
¿Qué es lo que fija la atención de una mujer en un hombre o de un hombre en una mujer? ¿Qué genero de cualidades otorgan esa ventaja a una persona sobre la fila indiferente de las demás?
José Ortega y Gasset
Los crímenes colectivos no comprometen a nadie.
Marlene Dietrich
La impaciencia es señal de ánimo vil y bajo, mal enseñado y peor acostumbrado.
Pachacútec
Machaqué al hombre que habitaba en mí. Mientras que, en el fondo, era él quién se deshacía de mí.
Raul Ferruz
La alegría ha sido llamada el buen tiempo del corazón.
Samuel Smiles
Tal como al fin el tiempo lo transforma en sí mismo, el poeta despierta con su desnuda espada a su edad que no supo descubrir, espantada, que la muerte inundaba su extraña voz de abismo.
Stéphane Mallarmé
Sé lo que es correcto, lo sé sin lugar a dudas.
Veronica Roth