La música es el único placersensual que no es un vicio.
Samuel Johnson
La libertad solamente es concebible si existen unas condiciones justas de vida para todos.
Adolfo Suárez
¿Es la belleza la que engendra al amor o el amor el que engendra a la belleza?
Alain de Botton
Los pájaros nacidos en jaula creen que volar es una enfermedad.
Alejandro Jodorowsky
El avaro carece tanto de lo que tiene como de lo que no tiene.
Antoine de Rivarol
La teología, señor, es una fortaleza; en una fortaleza, ninguna grieta puede considerarse pequeña.
Arthur Miller
Siempre me imaginé que podría ser lo que quisiera ser.
Chris Brown
El amor es una palabra bonita que a cambio de una sombra de felicidad te proporciona toda suerte de engaños, falsedades y disgustos.
Gunnar Björnstrand
Señor presidente de México, si usted quiere que lo respeten, respete. ¿Escuchó? Luego no vayan a decir que soy yo el que atropello, que Chávez es el peleón del barrio.
Hugo Chávez
Ningún acontecimiento erótico existe aislado, para ser experimentado sólo una vez y luego olvidado. Lo erótico existe sólo en la memoria: recordado, reimaginado, revivido una y otra vez en un presente incesante.
Joyce Carol Oates
La circulación monetaria, no el monto de la moneda, mide la potencia económica de un país.
Julio Garavito Armero
Nunca comprenderé la manera de ser de los nórdicos, porque mientras yo estaba enfermo de horror, ellos se volvieron tranquilos y fríos frente a aquella carnicería. Contemplaron todo y lo apreciaron con serenidad, discutieron las marcas de garras en los miembros y la forma en que habían desgarrado la carne de las víctimas.
Michael Crichton
Las personas con alta autoestima no se sienten superiores a los demás; no buscan probar su valor comparándose con los demás. Disfrutan siendo quienes son, no siendo mejor que los demás.
Nathaniel Branden
Más no existen, en principio, verdades absolutas; hay, en realidad, una sola verdad absoluta, a saber: que no hay verdad absoluta en sí.
Nikolái Berdiáyev
La gente no se divide en ricos y pobres, negros y blancos, derechas e izquierdas, hombres y mujeres, viejos y jóvenes, moros y cristianos. No. En lo que se divide de verdad la humanidad es entre buena y mala gente.
Rosa Montero
El precio de la virtud es ella misma.
Séneca