Dios mío, señor, no se propone juzgar a un hombre, sino hasta el fin de sus días.
Samuel Johnson
El parterre que nos hace tan soberbios, girando yo entre los eternos Gemelos, entero vi de los montes a las bocas. Luego volví los ojos a los ojos bellos.
Dante Alighieri
Cultivar al amigo quiere decir verle, llamarle, conversar con frecuencia, salir y entrar.
Enrique Rojas
Lo malo -lo peor- de España es que no hay forma de que pase inadvertida. No cabe ignorarla. Se mete por las pupilas, atruena los tímpanos, hiere la sensibilidad, ofende la inteligencia. Su personalidad, qué duda cabe, es acusada. Quien llega a ella, indígena o forastero que sea, no puede mirar hacia otra parte. El país lo absorbe, lo implica, lo complica, lo incorpora a su metabolismo.
Fernando Sánchez Dragó
La edad de oro retorna a los hombres cuando, aunque sólo sea momentáneamente, se olvidan del oro.
Gilbert Keith Chesterton
Todos somos mortales. Nosotros y nuestras obras.
Horacio
Existen diferentes vías de interrogar al Universo en que vivimos, y la música es también una de ellas. Nuestro entorno no es sólo color, sino también sonido y muchas otras cosas.
Ilya Prigogine
Los años de colegio, con su tranquilidad y su despreocupación, no volverán nunca.
José Ramón Ayllón
Se que a veces si no pienso las cosas sobre lo que voy a hacer o voy a decir, luego lo arruinaré todo y se mantendra ese estereotipo de que los adolescentes son irresponsables no hacen nada con su vida.
Katy Perry
Fatiga de estar vivo, de estar muerto, con frío en vez de sangre, con frío que sonríe insinuando por las aceras apagadas.
Luis Cernuda
La gracia sustentadora no promete ausencia de aflicciones sino la presencia de Dios.
Max Lucado
El jugador de ajedrez debe trasladar sus capacidades intelectuales a otras artes como las letras y la filosofía, ya que realiza muchas más combinaciones que casi todos los autores literarios.
Paul Valéry
La vida es un zoo en una jungla.
Peter de Vries
El matrimonio es la consecuencia lógica de un gran amor.
Rocío Jurado
Los coleccionistas son gente dichosa.
Stefan Zweig
Algunas personas hacen promesas por el solo placer de quebrantarlas.
William Hazlitt