Frase de Samuel Beckett

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Siempre me ha sorprendido la escasa finura de mis contemporáneos, a mí, cuya alma se retorcía de la mañana a la noche tan sólo para e... - Samuel Beckett

Siempre me ha sorprendido la escasa finura de mis contemporáneos, a mí, cuya alma se retorcía de la mañana a la noche tan sólo para encontrarse.

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Qué recordarás las tardes de invierno por Madrid, las noches enteras sin dormir, la vida pasaba y yo sentía que me iba a morir de amor al verte sentado en mi portal.

Hay ocasiones en que cuantos nos rodean no merecen sino un poco de comedia. Seamos, entonces, un poco farsantes.

Benjamín Jarnés

No despreciéis la sensibilidad de nadie. La sensibilidad de cada cual es su genio.

Charles Baudelaire

Has pasado todo este tiempo tratando de ser tu padre, y ahora te preguntas qué significa ser tú.

Más abominable aún que los imperialistas son los hombres de las oligarquías nacionales que se entregan vendiendo y a veces regalando por monedas o por sonrisas la felicidad de sus pueblos.

Con mi simple existir escandalizo a todo aquel que tiene mala sangre en el cuerpo.

Friedrich Nietzsche

Los principios deben guardarse para las grandes ocasiones.

Herman Van Rompuy

Un fanático es un individuo que tiene razón aunque no tenga razón.

Yo soy pobre y se lastiman todos al verme plañir, sin ver son mías sus riquezas todas, que mina inagotable es el pedir.

José de Espronceda

Ese exagerado sentimiento de bienestar que presagia el comienzo de la locura.

¿Pondrá Dios en una misma balanza los grandes pensamientos y las buenas acciones? afición ¿tendrán por ello su recompensa? Los esquemas de la filosofía y de la política ¿serán satisfechos al hombre con la misma moneda que sus buenas obras? Los trabajos útiles ¿tendrán a los ojos de Dios algún mérito, como lo tienen las buenas costumbres?

El fin último del arte es intensificar e incluso exacerbar la conciencia moral de las personas.

El matrimonio es un contrato de afectividad que no garantiza nunca su cumplimiento, pues el cariño se revisa cada mañana.

Lo que se mueve por sí mismo es inmortal.

Y harto de buscarte siempre a oscuras y de volverme de puro hielo, tiré toda mi vida a la basura y ni las ratas se la comieron.

Roberto Iniesta

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