A todos nosotros nos gusta saber cuándo alguien aprecia lo que hacemos por ellos. Nos gusta oír eso con frecuencia, en especial cuando hacemos alguna cosa de la cual realmente nos enorgullecemos... unas pocas palabras de elogio, bien escogidas, sinceras y oportunas. Ellas no cuestan absolutamente nada, y valen una fortuna.