En mi voz hay al menos un signo de geometría viva, en la tuya, una caracola muerta con lamentos fúnebres.
Salvatore Quasimodo
Ha sido adorable. Tenía todos estos gatos de porcelana por todas partes. Nos levantamos y desayunamos juntos en túnicas y todo. Es tan lindo.
Anastacia
Somos dos niños que a la vida echaron. Muchacha -niña-, empieza a caminar.
Carlos Sahagún
Pero a mí nada me entusiasmaba tanto como el mar, y dominado por este deseo, me negaba a acatar la voluntad, las órdenes, más bien, de mi padre y a escuchar las súplicas y ruegos de mi madre y mis amigos. Parecía que hubiese algo de fatalidad en aquella propensión natural que me encaminaba a la vida de sufrimientos y miserias que habría de llevar.
Daniel Defoe
El sabio busca la sabiduría; el tonto la ha encontrado.
Georg Christoph Lichtenberg
Usted debe renunciar a toda la superficialidad, convenio, vanidad y engaño.
Gustav Mahler
Soy un niño. Ya lo dije una vez: toda mi vida creativa proviene de mi niñez. Y emocionalmente soy un crío. La razón por la que a la gente le gusta lo que hago o hacía es porque soy un niño y les hablo como un niño.
Ingmar Bergman
Es para ser presidente de la Generalitat y para gobernar; no para decidir quien gobierna.
Joan Laporta
Literatura: la más seductora, la más engañosa, la más peligrosa de las profesiones.
John Morley
- ¿Algo que declarar? - Voy a colgar una cuerda de equilibrista entre las dos torres del World Trade Center y caminaré sobre ella. - ¡Ja! ¡Buena suerte!
Joseph Gordon-Levitt
Tómese dos docenas de besotes. Añádase una dosis de mantequilla del Deseo. Agréguese tres gramos de tapioca de los Celos. Échese cuatro cucharadas de azúcar de la Melancolía. Colóquese dos huevos. Agítese con el brazo de la Fatalidad y tómese de dos en dos horas marcadas en el reloj de una sola aguja.
Oswald de Andrade
El Hombre fue hecho para la alegría y la lamentación; y cuando esto correctamente entendemos, por el mundo con seguridad pasamos.
P. D. James
A mí siempre me han dado miedo los que tienen más respuestas que preguntas.
Rosa Montero
Nadie es jamás tan viejo que después de un día no espere otro.
Séneca
Nuestras dotes singularmente humanas nos elevan por encima del mundo animal. La medida en que ejercitamos y desarrollamos esas dotes nos da poder para desplegar nuestro potencial humano. Entre el estímulo y la respuesta está nuestra mayor fuerza: la libertad interior de elegir.
Stephen Covey
La paz es para el mundo lo que la levadura para la masa.
Talmud