¡No podéis expulsarme porque Yo soy el Surrealismo!
Salvador Dalí
¿Para qué calcetines? Solo generan tomates.
Albert Einstein
Una palabra dicha fuera de sazón puede cambiar el curso de la vida.
Anónimo
El establecimiento se compone de hombres pequeños, muy asustados.
Bella Abzug
Uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias... Sabe que la lucha es cruel y es mucha pero lucha y se desangra por la fe que lo empecina.
Enrique Santos Discépolo
Yo cruzo sin respiro por su aire irrespirable que desnuda un prodigio en cada voz con sólo dibujar y en cada pensamiento con sentirlo.
Gilberto Owen
Existen argumentos que no se pueden refutar, existen proposiciones que no se pueden rechazar.
Henry Cavill
La gente dice lo que quiere, y habla de abnegación, de renuncia, de generosidad, de conformidad y resignación, todo es falso, lo normal es que la gente crea desear lo que le va llegando naturalmente, lo que le va sucediendo, lo que va consiguiendo o lo que le van dando, sin que haya verdaderos deseos previos.
Javier Marías
¿Manías al escribir? Sí, tengo que quitarme todas las pulseras mientras escribo, no lo puedo remediar. Y otra bien preocupante: necesito cambiar de habitación en cada libro.
Kate Morton
No vayas por caminos ya andados, de lo contrario nunca dejarás tus huellas en el suelo.
Leonardo Boff
La teoría copernicana contiene numerosas aserciones absurdas y erróneas.
Nicolás Copérnico
Los países fascistas siempre exhiben un gran orgullo por su bandera. Las banderas me ponen incómodo.
Norman Mailer
Yo también... ¡Sí! Yo tengo - ¿Por qué no confesarlo? - un pequeño fantasma, un duende de familia.
Oliverio Girondo
Solo Pueden Contigo si te acabas rindiendo, si disparan por fuera y te matan por dentro, llegarás cuando vayas más allá del intento, Llegaremos a Tiempo.
Rosana
Para mí no hay nada más hermoso que las cosas rústicas, quiero emplear todo lo que la naturaleza da y emplearlo tal como de ella nace.
Violeta Parra
En cuanto el hombre abandona la envidia empieza a prepararse para entrar en el camino de la dicha.
Wallace Stevens