Nunca se debe mirar a una persona que duerme. Es como sí abriéramos una carta que no ha sido dirigida a nosotros.
Sacha Guitry
Los robots cumplirán una función principal en la asistencia a personas de edad avanzada, a las que incluso podrían prestar compañía.
Bill Gates
En casa, cuando se mata al cerdo, todo el mundo se ría, excepto el cerdo.
Edgar Faure
Alguno no llega jamás a ser hombre, y sigue siendo rana, ardilla u hormiga.
Hermann Hesse
La tristeza de lo irrelevante se antepone a la hermética paciencia del alma.
Ji Hu
Yo llevo en mis oídos la más maravillosa música, que, para mí, es la palabra del pueblo argentino.
Juan Domingo Perón
Y diré las palabras que se dicen, y comeré las cosas que se comen, y soñaré las cosas que se sueñan, y sé muy bien que no estarás.
Julio Cortázar
Siempre hablar con la verdad, pensar antes de hablar y escribir.
Lewis Carroll
Si algún día tuviera que analizar a un entrenador, prescindiría del resultado, examinaría el método.
Marcelo Bielsa
La gente piensa que en la cima no hay mucho espacio. Tienden a pensar en ello como en el Everest. Mi mensaje es que hay cantidad de espacio allí arriba.
Margaret Thatcher
Si los honores mudan nuestras costumbres, váyanse los honores, vengan virtudes; porque sin ellas, las pompas de este mundo son muy funestas.
Melchor de Palau
Hay muchas variantes del liberalismo. Hay un liberalismo de gobierno cero; anarquista. Hay un liberalismo de gobierno limitado. Comparten un montón en términos de sus valores fundamentales. Si los llevas hasta sus últimos términos, son diferentes. No parece importar en la práctica, porque ambos queremos trabajar en la misma dirección.
Milton Friedman
Un poco de levadura ayuda a levantar la pasta.
Pablo de Tarso
Prefieren la guerra al descanso, y si no tienen enemigo exterior lo buscan en casa.
Pompeyo Trogo
A menos que puedas ver tus acciones caer un 50% sin que te cause un ataque de pánico, no deberías invertir en el mercado bursátil.
Warren Buffett
A menudo, cuando, acostado, me encuentro pensativo, brillan resplandores que iluminan mi ojo interior - bendita gracia de la soledad -, y entonces mi corazón se llena de placer y danza al compás de los narcisos.
William Wordsworth