La mujer, pues, es vana, es superficial, es egoísta, tiene en sumo grado todas las debilidades propias de la naturaleza humana: por eso fue ella la que primeramente cayó. Pero por eso precisamente de ser inferior en cabeza y en corazón...
Sabino Arana
La construcción es la lengua materna del arquitecto; un arquitecto es un poeta que piensa y habla en el idioma de la construcción.
Auguste Perret
El amor tiene la virtud de desnudar no a los dos amantes uno frente al otro, sino a cada uno delante de sí.
Cesare Pavese
Respecto a mi país, todos acabamos un poco decepcionados. Se hizo un buen trabajo, pero las cosas no salieron como esperábamos. Agradezco a Capello que me diera la oportunidad de estar allí y vivir el torneo con mis compañeros.
David Beckham
Una noche la soñé y tal como la soñé amaneció frente a mi puerta.
Elena Poniatowska
Sospecho que no tendrá muchos amigos, ¿verdad señor Corso? Los de su calaña no suelen tenerlos.
Frank Langella
La vaca desea los arreos del caballo y el caballo perezoso, estar al arado.
Horacio
No hemos podido resolver todos los problemas en Argentina.
Jorge Omar Sobisch
La política científica no está en aplicar a un pueblo, siquiera sea con buena voluntad, instituciones nacidas de otros antecedentes y naturaleza, y desacreditadas por ineficaces donde parecían más salvadoras; sino en dirigir hacia lo posible el país con sus elementos reales.
José Martí
Que la mejor hermosura es la hermosuramodesta.
José Selgas
No voy a comer nada verde.
Kurt Cobain
Hay mucha distancia del puñal de un asesino al pecho de un hombre honrado.
Mathieu Molé
Cada hombre contiene varios hombres en su interior, y la mayoría de nosotros saltamos de uno a otro sin saber jamás quiénes somos.
Paul Auster
El galardón de las buenas obras es haberlas hecho. No hay, fuera de ellas, otro premio digno.
Séneca
Si dos personas tienen la misma opinión, una de ellas es innecesaria.
Stephen Covey
... el beso pierde todo su valor y significación. Es lo que acontece con el beso de uso doméstico, cambiado entre cónyuges, que sirve a marido y mujer para limpiar la boca a modo de servilleta, y suena como un buen provecho al levantarse de la mesa.
Søren Kierkegaard