El único número recomendable de bombas atómicas sería cero. Las bombas sólo sirven como amenaza, y es un peligro que puedan caer en manos de algún irresponsable.
Roy J. Glauber
Quiero decir, el lenguaje me fascina de todos modos, y las diferentes palabras tienen diferentes energías y se puede cambiar todo el sentido de una oración.
Alan Rickman
Quizás no estaba seguro de lo que me interesaba realmente, pero, en todo caso, estaba completamente seguro de lo que no me interesaba.
Albert Camus
Cristiano es mejor que el gordo Ronaldo.
Alex Ferguson
Ella no olvida aquel frío adiós, se heló su sangre y temblo su voz, mientras se alejaba su joven amor.
Amaia Montero
Si algo tiene que hacerse ve a por ello enérgicamente.
Buda Gautama
El gran corruptor de hombre público es el ego - mirar al el espejo distrae la atención del problema.
Dean Acheson
Muchos mueren demasiado tarde y algunos prematuramente. No entra aún en los oídos la doctrina del morir a tiempo.
Friedrich Nietzsche
De todos los lujos concebibles, la muerte, bajo si forma inevitable e inexorable, es la más costosa.
Georges Bataille
Existen dos razas en este mundo: los inteligentes y los tontos.
John Fowles
Me acuso de no amar sino muy vagamente una porción de cosas que encantan a la gente.
Manuel Machado
Cada día sale un tonto a la calle y el que lo agarre es de él.
Marcelo Rodríguez
Los terroristas intentan modificar nuestro comportamiento provocando miedo, incertidumbre y división en la sociedad.
Patrick J. Kennedy
Es bien curioso, pero en las pocas ocasiones en que he sido requerido para tocar el bongo en público, al presentador nunca se le ocurrió mencionar que también me dedico a la física teórica. Pienso que esto puede deberse a que respetamos más las artes que las ciencias.
Richard Feynman
En el Tercer Mundo, hay que tener una de estas dos cosas, o tiempo, o dinero. Es un principio férreo del oficio de reportero.
Ryszard Kapuściński
No fue hasta el Premio Nobel cuando realmente me tuvieron en cuenta. No podían entender mis libros, pero pudieron entender los 30.000 dólares.
William Faulkner