Sabes que el amor se nos alborota, libre como las gaviotas que hasta el corazón vuela al son, es el firmamento que ven dos locos que se miran a los ojos y del corazón brilla el sol.
Rosana
El amor a la moda es el instinto de perfección en los espíritus vulgares.
Carlos Octavio Bunge
Aún no has cumplido todos tus deberes si has omitido el de ser placentero.
Charles Buxton
El diseño es una expresión de propósitos. Puede, si es suficientemente bueno, llegar a ser considerado como arte posteriormente.
Charles Eames
Las verdades que revela la ciencia superan siempre a los sueños que destruye.
Ernest Renan
La adulación nunca viene de parte de un espíritu elevado; ella es propia de los ánimos mezquinos, que acaban por emqueñecerse aún más con el fin de penetrar dentro de la esfera vital de la persona, en torno de la cual gravitan.
Honoré de Balzac
Una persona fundamentalista no admite posibles interpretaciones sobre la doctrina en la que cree y no tolera que alguien la relativice o limite su alcance.
Ismael Leandry Vega
El vivir sin ruidos es consuelo del vivir sin gloria.
Jean Dolent
Todo comportamiento peculiar en la escuela se ve como anormal y tributario de tratamiento médico.
Juan Gérvas
Partición del cielo en los espacios no asequibles a los cuerpos como el ancho de una daga en el retorno en la ondanada líquida del sexo o licuación de la memoria en lo más mínimo y ahonda.
Liliana Celiz
Deja que se busque la vida el extranjero, ciudades solo son hormigueros.
Lírico
La libertad no es la licencia para realizar cualquier cosa.
Mahatma Gandhi
La vida es una cosa demasiado importante para hablar de ella seriamente.
Oscar Wilde
Toda aspiración es un placer permanente; una posesión tan firme como una finca rústica; una fortuna que jamás podremos dejar exhausta y que nos da, un ario tras otro, una renta de actividades agradables. Llegar a tener muchas de estas aspiraciones es ser rico de espíritu.
Robert Louis Stevenson
Cuando sea que me pongo feliz, siempre tengo una terrible sensación.
Roman Polanski
Amo a todas las religiones, pero estoy enamorada de la mía.
Teresa de Calcuta