Alma que vas huyendo de ti misma, ¿qué buscas, insensata, en las demás?
Rosalía de Castro
La casualidad se puso el disfraz de una mariposa, que al vuelo se entregó soltando su efecto... nos acarició
Amaia Montero
El Planeta está al servicio del hombre, no el hombre al servicio del Planeta.
Ana Botella
Dos pueden vivir con el mismo dinero que uno, pero sólo la mitad de tiempo.
Anónimo
Besé a la primera mujer y fumé el primer cigarrillo el mismo día. Desde entonces no he tenido tiempo para fumar.
Arturo Toscanini
Maldito sea el malpensado.
Eduardo III de Inglaterra
El valor es el resultado de un grandísimo miedo.
Ferdinando Galiani
Recogimiento, padre divino de todo lo grande.
Franz Grillparzer
El amor no puede soportar la indiferencia. Es necesario ser querido. Como una lámpara, que necesita ser alimentado por el petróleo del otro corazón.
Henry Ward Beecher
¿Cómo no había yo de ser un lobo estepario y un pobre anacoreta en medio de un mundo, ninguno de cuyos fines comparto, ninguno de cuyos placeres me llama la atención?
Hermann Hesse
La televisión construye la realidad, provoca el shock emocional y condena prácticamente al silencio y la indiferencia a los hechos que carecen de imágenes.
Ignacio Ramonet
En todos los peligros invocad a María, y os aseguro que seréis librados.
Juan Bosco
Dicen que hotel Amor tiene 400 puertas, y todas las tiene cerradas menos una que está abierta y está en la plaza del querer, donde han roto todas las bombillas para poder quererse bien... corazón de mimbre.
Kutxi Romero
Una ciudad se hace un mundo cuando uno ama a uno de sus habitantes.
Lawrence Durrell
¿Quién no hace locuras y disparates alguna vez en su vida?¿Quién no ha hecho versos, quién no ha creído en alguna mujer, quién no se ha dado malos ratos algún día por ella, quién no ha prestado dinero, quién no lo ha debido, quién no ha abandonado alguna cosa que le importase por otra que le gustase? ¿Quién no se casa, en fin?...
Mariano José de Larra
Por supuesto, la existencia de un mercado libre no elimina la necesidad de un gobierno. Por el contrario, como hemos dicho, el gobierno es esencial como foro para determinar las reglas del juego y como árbitro para aplicar las reglas que se decidan.
Milton Friedman