Frío y calor, otoño o primavera, ¿dónde..., dónde se encuentra la alegría? Hermosas son las estaciones todas para el mortal que en sí guarda la dicha.
Rosalía de Castro
Una nación que sólo pide a su gobierno el mantenimiento del orden es ya esclava en el fondo de su corazón, es esclava de su bienestar, y quien ha de encadenarla puede aparecer muy pronto.
Alexis de Tocqueville
Las leyes guardan silencio cuando suenan las armas.
Cicerón
Marco tocará la fibra emotiva de la gente.
Ernesto Alterio
Mil cosas imagino que deseo; hácelas verdaderas la esperanza.
Fernando de Herrera
Tu sonrisa inolvidable me hizo tanto, tanto bien, tanto bien y me marche... Y te soñé, y te pensé, en bibliotecas, en hoteles desvarié. No conocí otra mujer con esa diáfana mirada y esa piel.
Fito Páez
Madrid es una excusa para contar historias.
Francisco Umbral
Nada hay tan pobre y triste como el arte que se interesa en sí mismo y no en su objeto.
George Santayana
Me alegro que no sea una sentencia a cadena perpetua, por que los sentenciados a cadena perpetua no se convierten en mártires.
Hermann Göring
Y yo recordando que olvidé tender la ropa, preguntándome qué andarás haciendo ahora.
Ismael Serrano
La metafísica es una sustituta de la costumbre, como fuente y garantía de los más altos valores morales y sociales; una filosofía renovada y restaurada por la filosofía cristiana de la Europa medieval.
John Dewey
¿Qué nos importa el Estado corporativo; qué nos importa que se suprima el parlamento si esto es para seguir produciendo con otros órganos la misma juventud cauta, pálida, escurridiza y sonriente, incapaz de encenderse por el entusiasmo de la Patria, y ni siquiera, digan lo que digan, por el de la Religión?
José Antonio Primo de Rivera
Al cabo de seis horas pedaleando al límite, se siente paz.
Lance Armstrong
Diferentes en la vida, los hombres son semejantes en la muerte.
Lao-Tse
Si tenemos derecho a vivir, tenemos derecho a morir.
Osamu Dazai
La mayoría de la gente pasa por la vida gastando la mitad de las energías de que dispone en tratar de proteger una dignidad que nunca ha poseído.
Raymond Chandler