Son mañosas las palabras, y rebeldes, y huidizas. No les gusta ser domesticadas. Domar una palabra (convertirla en un tópico) es acabar con ella.
Rosa Montero
No cesar nunca de aprender y actuar de modo que aumente siempre aquello que sabes: raramente la sabiduría es fruto sólo de la vejez.
Catón
Muestra simpatía por las ideas y deseos de la otra persona.
Dale Carnegie
Quienes opinan que el dinero todo lo puede, sin duda están dispuestos a todo por el dinero.
Edme-Pierre Beauchêne
Que no hubiera hombres ingratos, si hubiera mujeres cuerdas; porque siempre sus mudanzas nacen de nuestras flaquezas.
Francisco Leiva
¿Cuantas son las personas que argumentan en relación a la forma de un mundo ideal, convencidos de la certeza de su argumento? Sin embargo son pocos los que tienen coraje suficiente para idear un modo para hacerlo realidad, y aún son menos los que deciden emprender ese proyecto.
Gleb Gusev
La felicidad y el sufrimiento son estados mentales y, por lo tanto, sus causas principales no existen fuera de la mente misma. Si queremos ser verdaderamente felices y liberarnos del sufrimiento, debemos aprender a controlar nuestra mente.
Gueshe Kelsang Gyatso
En un diálogo con Fernando Niembro.
Héctor Veira
Ser comunista, socialista, o tener cualquier otra ideología es una cuestión hormonal.
José Saramago
Hay 400.000 hombres en esta playa.
Kenneth Branagh
Miedo, ansiedad y neurosis: eso es lo que llevas en la maleta cuando eres un actor.
Laura Linney
Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre.
Mahatma Gandhi
Estoy muy acostumbrado a los ataques de los medios de comunicación, entonces sé que producen este tipo de declaraciones: que yo me sitúo en una posición victimista, es decir, que me atribuyo más culpas de las que tengo.
Marcelo Bielsa
Todo lo que en las condiciones de la vida no se renueva o transforma, o se corrompe o es foco de corrupción.
Nicolás Salmerón
Todos los pensamientos, todas las pasiones, todos los placeres, todo lo que estimula nuestra mortal existencia, todos son ministros del amor y atizadores de su sagrada llama.
Samuel Taylor Coleridge
No precisa agua de manantiales, pues tiene mis ojos, ni sol, con la belleza de su figura.
Yehuda Haleví