A mí siempre me han dado miedo los que tienen más respuestas que preguntas.
Rosa Montero
¿Ves mi mono para el trabajo? En el lado izquierdo lleva el emblema del Cavallino y yo lo siento latir su corazón al lado del mío.
Alberto Ascari
Si te vas, quiero verte partir, saber que te has ido, sin adioses el amar y el morir, nunca son olvido.
Alfredo Zitarrosa
El que no perdona a su enemigo, no será perdonado de Dios.
Anónimo
Todo lujo hay que pagárselo. Todo es lujo; empezando por estar en el mundo.
Cesare Pavese
Si bajara un enviado del cielo y me garantizase que mi muerte fortalecería nuestra lucha, diría que hasta valdría la pena.
Chico Mendes
Si no tuviéramos defectos, no hallaríamos tanto placer en advertir los ajenos.
François de La Rochefoucauld
La religión de todos los hombres debe ser la de creer en sí mismos.
Jiddu Krishnamurti
Nuestra sociedad ha sido concebida de tal forma que hay que elegir continuamente entre razón y pasión. La razón nunca ha servido de nada y la pasión a menudo es destructiva. Así que me va a costar ayudarle. - ¿Por qué me dice eso, Harry? - Porque sí. La vida es una estafa.
Joël Dicker
No me digas que haga una cosa si vos no la hacés. Yo aprendo siempre de lo que hacés; pero me cuesta hacer lo que decís sin coherencia con tu propio actuar.
Jorge Bucay
Era un hombre hecho a sí mismo que no le debía a nadie su falta de éxito.
Joseph Heller
Lo peor del error no es lo que en él hay de falsedad, sino lo que hay en él de librevoluntad, de ceguedad y de apasionamiento.
Joseph Joubert
Puede que resulte difícil tener una economía global fuerte mientras parte del mundo siga produciendo mucho más de lo que consume, y otra parte -una parte que debería estar ahorrando para cubrir las necesidades de su población que va envejeciendo- siga consumiendo mucho más de lo que produce.
Joseph Stiglitz
Le habría gustado mucho desandar lo andado tras darse cuenta de que había tirado por el camino equivocado.
Patrick Modiano
Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Proverbio
El General es decididamente feo y detesta los españoles...
Santiago Martínez Delgado