El que quiere ser opositor y el que dice ser un revolucionario, todos entran y salen de esta ciudad Valiente, que en definitiva es Bendita, por su gente. Ciudad Bendita.
Roque Valero
La semana pasada, en Múnich, en la Literaturhaus, vi una exposición de fotografías de actores en muchas representaciones distintas: el conjunto de caras crea un espectáculo inédito. La ordenación de hechos diferentes produce un diseño nuevo, una historia nueva.
Alberto Manguel
Amar a distancia es una gran prueba de amor.
Alejandro Sanz
Sin ti las emociones de hoy sólo serían las envolturas muertas de las del ayer.
Artus de Penguern
Alguien puede rasgarte la piel sin que tú lo permitas, pero nadie podrá nunca invadir tu mente sin tu permiso.
Augusto Cury
Durante una larga carrera ajedrecística como la mía, todos hemos jugado muchas partidas aburridas y carentes de interés, con el objetivo de lograr un buen resultado, pero durante aquellos días de duro trabajo, a veces me satisfacía poder hallar una idea original en la apertura, una aguda combinación en el medio juego o demostrar una técnica depurada en el final.
David Bronstein
Felicidad lograda, caminamos por ti sobre un filo de espada.
Eugenio Montale
El disimulo es una sabiduría abreviada.
Francis Bacon
La pobreza es el mejor remedio para la diabetes.
Gabriel García Márquez
Los guerreros más valientes han sido siempre los hombres más llenos de cortesanía, y aún cuando hayan sido insultados, se han mostrado afables.
Ignacio Manuel Altamirano
Un poco de internacionalismo te aleja de la patria; mucho te devuelve a ella.
Jean Jaurès
El pan es el sostén de la vida.
Jonathan Swift
No hay un solo destino, en cada vida se abre a menudo otra trayectoria que nos hace señales en la noche cuando no estorba el sol inoportuno.
Mario Benedetti
Si te fallan tus dioses enterraré tu nombre con tus huesos y lo borraré de la historia.
Santiago Posteguillo
El deber de un patriota es proteger a su país de los ataques del gobierno.
Thomas Paine
La muerte es el enemigo. La muerte es contra lo que cabalgo con la espada envainada y el pelo flotando al viento.
Virginia Woolf