El propósito de la política de bienestar debería ser la eliminación, tanto como sea posible, de la necesidad de tal política.
Ronald Reagan
El principio esencial del totalitarismo consiste en promulgar leyes que sean imposibles de obedecer.
Christopher Eric Hitchens
El valiente descansa.
Doménico Cieri Estrada
Si no es franco y directo, esta diciendo a los cuatro vientos que es una persona insegura.
Donald Trump
Cada muerto se muere varias veces y al final sólo te queda, en el alma, una niebla de horror y de incertidumbre.
Eduardo Galeano
El malo, cuando se finge bueno; es pésimo.
Francis Bacon
No hemos visto nada todavía.
Fred Smith
Mi respeto y mi amor por la verdad me obligan a reconocer que la República española ha sido un fracaso trágico.
Gregorio Marañón
El espíritu vive en sí mismo, y en sí mismo puede hacer un cielo del infierno, o un infierno del cielo. ¿Qué importa el lugar donde yo resida, si soy el mismo que era, si lo soy todo, aunque inferior a aquel a quien el trueno ha hecho más poderoso?
John Milton
No he sentido jamás la necesidad de un triunfo, la necesidad de tener una carrera, la necesidad de ser reconocido, la necesidad de ser aplaudido, no lo he sentido jamás en mi vida. No he hecho en cada momento nada más que lo que tenía que hacer y las consecuencias han sido éstas, podrían haber sido otras.
José Saramago
Nadie se queja de la niebla. Ahora ya sé por qué: aunque resulte molesta, permite hundirse en ella y sentirse seguro.
Ken Kesey
Cariño mio, ¿que puedo hacer? No me resigno a estar asi. Por eso yo que te amo, sigo implorando, ayudame y te destruire.
Laura Pausini
¡Qué música del tacto las caricias contigo! ¡Qué acordes tan profundos! ¡Qué escalas de ternuras, de durezas, de goces!
Manuel Altolaguirre
Comer carne es digerir la agonía de otros seres vivos.
Marguerite Yourcenar
En este mundo, a veces te sales con la tuya y a veces no.
Matthew McConaughey
Él, mi esposo, me venía a contar a mí sus relaciones con una prostituta. Y lo más grave era que estaba enamorado. Prescindo de que esa mujer fuera o no una depravada. Mientras él hablaba, yo me decía: ¿Qué es lo que querrá de mí este hombre?
Roberto Arlt